BBC Mundo
Lee Jae-yong, líder de facto del mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, fue hallado culpable este viernes de destinar millones de dólares en sobornos al gobierno para allanar el camino hacia la fusión de dos compañías bajo control del imperio empresarial de su familia y así consolidar su poder al frente de Samsung Electronics.
"La esencia de este caso es el vínculo sin ética entre política y dinero", sostuvo el juez Kim Jin-dong.
De 49 años y considerado por algunos el hombre más poderoso de Corea del Sur, Lee estaba detenido desde febrero, acusado de una serie de delitos de corrupción que incluyen soborno, malversación y ocultación de bienes en el exterior.
La Fiscalía observó especialmente donaciones por 36 millones de dólares a fundaciones sin ánimo de lucro operadas por Choi Soon-il, una amiga de la ahora expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, afirmando que buscaban favores políticos.
El heredero de la gigantesca firma de tecnología niega todas las acusaciones y sus abogados declararon que apelarían la condena. "Estamos confiados en que el fallo será anulado", declaró el abogado Song Wu-cheol a los periodistas.
El juez Kin Jin-dong aludió a la "responsabilidad social" de grandes empresas como Samsung y advirtió que para el público no será fácil recuperar la confianza en las instituciones mientras permanezcan los vínculos de corrupción revelados por este caso.
El veredicto contra Lee es un duro golpe al mayor imperio empresarial de Corea del Sur y plantea la pregunta de cómo reaccionará la familia Lee ahora que está en dudas el liderazgo del conglomerado.
Lee pasó a encabezar Samsung después que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un ataque cardíaco en 2014 y quedara en un delicado estado de salud
2017-08-25