BBC
Los dispositivos móviles han transformado nuestras vidas, dándonos la libertad de conversar, trabajar, escuchar audio y mirar videos mientras nos desplazamos.
Pero desconectados de las redes eléctricas, su uso está bien limitado por la capacidad de la batería. Y es ahí donde está el problema.
Mientras los científicos están constantemente soñando con nuevas formas de generar y almacenar energía, la tecnología para la fabricación de baterías ha cambiado muy poco en los últimos 50 años, particularmente si se compara con el progreso de los aparatos que motorizan.
Como dice Tim Probert, editor de la publicación Energy Storage, "la industria de baterías es muy conservadora. Todavía estamos utilizando tecnología muy obsoleta en las baterías, como el ácido de plomo".
"Los avances tecnológicos son magnificos pero hay que ser realistas, esta industria funciona con pequeñas mejorías e incrementos lentos".