Un equipo internacional de científicos en colaboración con investigadores de la NASA ha conseguido capturar los primeros momentos de una supernova, la muerte explosiva de una estrella.
Detalle nunca antes visto, según un artículo publicado esta semana en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El telescopio espacial Kepler de la NASA capturó en 2017 los datos de la supernova denominada SN 2017jgh, con los que investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU).
De esta manera consiguieron registrar el estallido de luz inicial que se ve cuando la primera onda de choque viaja a través de la estrella antes de que explote.
El astrónomo Patrick Armstrong, quien dirigió el estudio, comentó que estaban particularmente interesados en observar cómo cambia el brillo de la luz con el tiempo antes de la explosión.
Este evento, conocido como "curva de enfriamiento por choque", ayuda a proporcionar pistas sobre qué tipo de estrella estuvo involucrada, explicó.
Hasta hace poco, los datos recopilados por telescopios eran incompletos, por lo que nunca se había podido ver el estallido de luz brillante al comienzo de una supernova.
"Esta es la primera vez que alguien ha tenido una visión tan detallada de una curva completa de enfriamiento por choque en cualquier supernova".
"La etapa inicial de una supernova ocurre tan rápidamente, es muy difícil para la mayoría de los telescopios registrar este fenómeno", señaló Armstrong.
Los investigadores destacan que gracias a este importante descubrimiento podrán identificar otras estrellas que se convierten en supernovas.
En función de los datos, los astrónomos determinaron que la estrella que dio origen a SN 2017jgh era probablemente una supergigante amarilla, de un tamaño 100 veces más grande que nuestro Sol.
Por su parte, el astrofísico Brad Tucker, señaló que pudieron confirmar que un modelo en particular, conocido como SW 17, es el más preciso para predecir qué tipos de estrellas causan diferentes supernovas.
"Los astrónomos de todo el mundo podrán utilizar SW 17 y estar seguros de que es el mejor modelo para identificar estrellas que se convierten en supernovas", afirmó.
Una supernova ocurre cuando una estrella quema todo su combustible al final de su vida útil y colapsa, provocando una gran explosión.
Comprender mejor este proceso puede proporcionar pistas sobre dónde se originan los elementos que componen el universo.
"Esto nos brindará más oportunidades para mejorar nuestros modelos y desarrollar nuestra comprensión de las supernovas y de dónde provienen los elementos que componen el mundo que nos rodea", concluyó Armstrong.
Con información de RT
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