El Palacio del Elíseo se vistió de gala para recibir al flamante campeón de la Liga de Campeones, el Paris Saint-Germain (PSG). El presidente francés, Emmanuel Macron, felicitó personalmente al equipo por su histórico triunfo, en un acto que buscaba celebrar la hazaña deportiva, pero que también sirvió para condenar enérgicamente los disturbios que empañaron la noche.
Macron no escatimó en elogios al técnico Luis Enrique, a quien atribuyó gran parte del éxito. "Has insuflado firmeza y estrategia a este equipo muy joven", afirmó el presidente, destacando su capacidad para dar al equipo "un espíritu de cuerpo" esencial para alcanzar la gloria europea. La felicitación presidencial también se extendió al director deportivo, Luis Campos, y al presidente Nasser al Khelaifi, reconociendo el apoyo constante de la propiedad catarí.
El mandatario francés aprovechó la ocasión para agradecer a Catar por su "apoyo constante" y por ser un "inversor exigente que no ha desfallecido" a lo largo de los años, a pesar de los reveses históricos. Incluso, bromeó sobre su conocida afición por el Marsella, el eterno rival del PSG, subrayando que el equipo parisino logró "hacer vibrar" a todos los franceses, sin importar sus preferencias tradicionales.
A pesar del ambiente festivo del recibimiento, la sombra de los violentos incidentes post-victoria planeó sobre el acto. Macron condenó rotundamente los "enfrentamientos muy graves" que dejaron dos muertos y más de 200 heridos, calificándolos de "inaceptables" y advirtiendo que la respuesta del Estado será "implacable". La jornada, que comenzó con un multitudinario recorrido por los Campos Elíseos y culminó con una fiesta en el Parque de los Príncipes, dejó un sabor agridulce.
Visite nuestra sección Deportes.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube.