El Rey Felipe VI ha distinguido a Rafa Nadal y su esposa, Mery Perelló, como marqueses de Llevant de Mallorca, un título nobiliario hereditario, marcando un hito en su reinado. Esta es la primera vez que el monarca concede una dignidad de este tipo, reconociendo la trayectoria deportiva del tenista y su invaluable aporte al prestigio internacional de España.
Este marquesado es, ante todo, un reconocimiento honorífico y simbólico. En el siglo XXI, pertenecer a la nobleza no implica privilegios económicos ni influencia política. Más bien, confiere un estatus social y protocolario, valorando la excelencia y el orgullo que Nadal ha brindado al país a través de su impecable carrera.
El título, que será efectivo tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, no generará cargas fiscales ni deberes públicos. A diferencia de los antiguos señoríos, este marquesado de nueva creación no viene con propiedades o bienes asociados; es puramente una distinción de honor por sus méritos.
La elección de "Llevant de Mallorca" para el marquesado subraya el fuerte vínculo de Nadal con su tierra natal. Este gesto real busca no solo celebrar la figura del tenista, sino también destacar su rol como embajador de la cultura mallorquina y su contribución a la proyección mundial de la isla.
Este nombramiento, una "Real Gracia" del monarca, será hereditario por orden de primogenitura absoluta, lo que significa que se transmitirá sin distinción de género. Aunque se presupone.
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