El procurador general de Brasil, Roberto Monteiro Gurgel, se encuentra de visita en Cuba con la intención de impulsar la "integración" con la Fiscalía cubana ante los crecientes vínculos entre ambos países, informaron hoy medios oficiales.
"Brasil tiene gran interés en establecer canales de integración con la Fiscalía General de Cuba, debido sobre todo, a los lazos comunes crecientes entre ambos países", dijo Monteiro Gurgel al diario oficial Granma, que informa de su llegada a La Habana ayer miércoles.
El procurador general brasileño firmó este jueves un memorando de entendimiento con el Fiscal General de la República de Cuba, Darío Delgado, con el fin de consolidar la cooperación bilateral e intercambio de experiencias entre ambas instituciones.
Durante su estancia en la isla Monteiro sostuvo encuentros con el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, y también con la vicepresidenta del Parlamento, Ana María Mari Machado, y el titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, José Luis Toledo.
Los legisladores cubanos explicaron al procurador brasileño los cambios en marcha en la actividad del Parlamento, como la Ley de Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre, recién aprobada y el proceso de consulta del anteproyecto del Código de Trabajo en centros laborales del país.
Monteiro viajó a la isla acompañado por la directora de Relaciones Internacionales de la Procuraduría brasileña, Georgea Diogo, y en su primer día de visita se reunió con el secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta.
Los medios cubanos no precisan otros detalles de la agenda de trabajo del procurador brasileño en la isla.
En los últimos años la cooperación bilateral entre Brasil y Cuba ha ido en ascenso, principalmente a partir del apoyo del país sudamericano a importantes proyectos económicos en la isla, como la ampliación del puerto de Mariel en el oeste cubano.
Brasil ha aportado 682 millones de dólares de los 957 millones que se han invertido en la obra, ejecutada también por empresas brasileñas, y cuyo fin es convertir ese puerto en una moderna puerta de salida marítima para Cuba y en un espacio para la instalación de empresas del país sudamericano.
Según el Ministerio de Exteriores brasileño, el comercio bilateral se multiplicó por siete en los últimos diez años, hasta el récord de 661,6 millones de dólares en 2012.
Actualmente los dos países cooperan en sectores como biocombustibles, construcción civil, transportes, seguridad alimenticia y salud, y estudian otros campos de intercambio como la transferencia de tecnología cubana para la producción de medicamentos que no se producen en Brasil. /EFE