Tras dos meses de su segundo mandato, las políticas migratorias de Trump son poco convencionales respecto a las deportaciones y el proceder con los migrantes indocumentados.
El gobierno utilizó aviones militares, presionó a otros países para que aceptaran a sus ciudadanos deportados y recurrió a la Ley de Guerra para expulsar migrantes sin el debido proceso.
Según analiza el New York Times, a pesar de estos esfuerzos, las deportaciones masivas prometidas por Trump no se han concretado.
Comparaciones
El medio afirma que desde su llegada al poder, se han realizado 258 vuelos de deportación, cifra similar a la registrada al final del gobierno de Biden.
Pero, al menos 31 de estos vuelos fueron operados por aviones militares, que son más costosos que los fletados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los vuelos de deportación son solo una parte de las expulsiones, ya que muchos migrantes son deportados por tierra y otros en vuelos comerciales.
La recopilación de datos sobre estos vuelos fue realizada por Tom Cartwright, quien ha seguido esta información durante cinco años.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional indicó que ICE está trabajando para aumentar el número de deportaciones.
Movimientos de Trump
El gobierno de Trump ha buscado que más países acepten deportados de otras naciones. Por ejemplo, Costa Rica y Panamá.
Estos países reciben vuelos con migrantes de Asia y África. México, bajo un acuerdo con EEUU, ha estado aceptando deportados de ciertos países centroamericanos.
Sin embargo, los nuevos acuerdos podrían facilitar la expulsión de migrantes de países que se niegan a recibirlos.
Además, se han probado métodos innovadores para trasladar migrantes, como el envío de detenidos a la base militar de Guantánamo antes de ser deportados a Honduras o devueltos a EEUU.
Recientemente, el gobierno invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para justificar el traslado de venezolanos a El Salvador, aunque un juez federal detuvo estos vuelos.
Deportaciones más lentas
A pesar de estas estrategias, las deportaciones han sido más lentas que durante el mandato de Biden, con al menos 27.000 personas deportadas en las seis semanas posteriores a la toma de posesión de Trump. Esto se debe, en parte, a que menos personas intentan cruzar la frontera sur.
En febrero, menos de 50 migrantes fueron enviados directamente en vuelos de deportación, en contraste con más de 2,000 en meses anteriores.
Cartwright observó que muchos vuelos están haciendo escalas múltiples, lo que indica que agrupar a suficientes deportados del mismo país ha resultado complicado, reflejando una disminución general en el número de expulsiones.
Menos deportaciones que Biden
En lo que va de la segunda presidencia de Donald Trump, las deportaciones de extranjeros son un 10% inferiores a las realizadas por el expresidente Joe Biden.
Esto a pesar de las amenazas de llevar a cabo una campaña masiva de expulsiones según informó Univisión en su portal web.
Un informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse indica que la administración de Trump oculta datos sobre el número real de detenidos y deportados.
También sobre los cargos formulados contra ellos. Aunque inicialmente se publicaban cifras diarias de arrestos por parte del ICE, esta práctica se detuvo cuando las cifras comenzaron a disminuir.
A pesar de las solicitudes de información sobre detenciones y expulsiones, las estadísticas proporcionadas por ICE han sido esporádicas y no reflejan la totalidad de las acciones.
Algunos migrantes han sido enviados a la Base Naval de Guantánamo o a El Salvador para ser detenidos en un centro de confinamiento controvertido.
Por su parte, el ICE admitió que al menos 101 de estos migrantes solo enfrentaban cargos por infracciones a la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Estos conllevan como máxima pena la deportación, lo que subraya la falta de claridad en las acciones de la administración respecto a la política migratoria.
Secretismo
Abogados y organizaciones de derechos civiles han expresado su preocupación por el secretismo del gobierno de Trump en relación con las detenciones y deportaciones de inmigrantes.
Lilia Velásquez, abogada de inmigración, destacó la inusual práctica de deportar a personas a países donde no pertenecen, como El Salvador.
La especialista considera una violación del debido proceso, ya que los afectados no tuvieron la oportunidad de defenderse en un juicio.
Además, investigadores del TRAC señalaron que ICE está obligado a publicar cifras sobre detenciones y deportaciones, pero ha fallado en hacerlo.
Esto complica el seguimiento de estas acciones y su comparación con las estadísticas del gobierno de Biden.
Números con tendencia a la baja
El análisis del TRAC revela que el historial de deportaciones de Donald Trump durante los primeros dos meses de su segundo mandato ha ido empeorando.
A pesar de la movilización de personal de diversas agencias y militares para facilitar las deportaciones, los niveles diarios no han alcanzado los promedios de la administración anterior.
Entre el 26 de enero y el 8 de marzo, las deportaciones diarias promediaron solo 661, un 10.9% inferior al promedio de Biden, que fue de 742.
Además, aunque los arrestos diarios mostraron un repunte temporal a finales de febrero, estos también cayeron nuevamente, alcanzando un promedio de 718 arrestos diarios, lo que representa un 5.4% menos que el récord de Biden.
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