El rebosado de calabacín es una técnica culinaria en la que rodajas de calabacín se recubren con una capa ligera de harina o una mezcla de masa antes de freírlas. Esto les da una textura crujiente por fuera y tierna por dentro, convirtiéndolas en un delicioso aperitivo, guarnición o plato principal. Es una preparación versátil que resalta el sabor suave del calabacín y se puede acompañar con salsas o aderezos para realzar su sabor.
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Rebosado de calabacín
Ingredientes para 4 personas
2 calabacines medianos
1 taza de harina de trigo
1 huevo
½ taza de leche o agua
Sal y pimienta al gusto
Aceite vegetal para freír
Preparación
- Lava los calabacines y córtalos en rodajas de aproximadamente ½ cm de grosor. Si lo prefieres, también puedes cortarlos en tiras o bastones.
- En un tazón, bate el huevo con la leche o agua.
- Agrega la harina poco a poco mientras mezclas, asegurándote de que no queden grumos. La masa debe quedar ligeramente espesa, lo suficiente para adherirse a las rodajas de calabacín.
- Condimenta con sal y pimienta al gusto.
- En una sartén profunda, calienta suficiente aceite vegetal a fuego medio-alto. Es importante que el aceite esté caliente antes de comenzar a freír para lograr un rebosado crujiente.
- Sumerge cada rodaja de calabacín en la masa, cubriéndola bien, y luego colócala cuidadosamente en el aceite caliente.
- Fríe en tandas para evitar que el aceite pierda temperatura.
- Cocina las rodajas hasta que estén doradas por ambos lados, aproximadamente 2-3 minutos por lado.
- Retira las rodajas de calabacín y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Sirve caliente con tu salsa favorita, como alioli, ranch o yogur con hierbas.
¡Buen provecho!
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