El archipiélago Los Roques es uno de los destinos turísticos del Mar Caribe más codiciados por cualquier persona amante del sol y las aguas cristalinas. Ubicado a 166 Km del Litoral Central, el nombrado Parque Nacional Archipiélago Los Roques desde 1.972, comprende más de 300 islotes y cayos, lagunas y manglares, lo que lo convierte en el parque marino con más extensión territorial del Caribe.
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Es visitado anualmente por unas 12 mil personas, entre las que se encuentran personalidades como Harrison Ford, Luis Miguel, Iker Casillas, jeques y expresidentes de diferentes partes del mundo.
En abril de 2019, recibió un total de 2.223 personas, que arribaron al Gran Roque entre embarcaciones y vuelos. Definitivamente un destino turístico muy anhelado y solicitado por muchos a nivel mundial, que ya podrán disfrutar luego de la pandemia y el cierre de vuelos internos en Venezuela.
Llegada y hospedaje
El Gran Roque es el islote principal del archipiélago, donde habitan la mayoría de los pobladores de Los Roques -el último censo de 2014, reflejó 3 mil habitantes-, el cual cuenta con una pequeña pista de aterrizaje al lado del mar, para la llegada de aeronaves de pocos pasajeros.
Puedes llegarle a través de vuelos comerciales, privados y chárter. Si se viene de un destino internacional, tendrán que hacer escala en el Aeropuerto Nacional Simón Bolívar para hacer la conexión con cualquiera de las aerolíneas nacionales con destino Los Roques. Una vez enrumbados, el viaje durará entre 35 y 45 minutos desde tierra firme.
Pero para aquellos aventureros que prefieren vivir la experiencia y admirar el paisaje de cerca, pueden llegar al archipiélago vía marítima, con el alquiler de yates privados, con una travesía de 4 a 6 horas de viaje desde La Guaira –el tiempo variará según las condiciones del mar-, hasta el Gran Roque.
Una vez en el islote, al estar protegido como Parque Nacional, no se permite el desarrollo de grandes complejos hoteleros, es por ello que el pintoresco pueblo con calles de arena y pequeñas casas coloridas, dispone de variedad de posadas y casas particulares, que, aunque en su mayoría no cuentan con instalaciones de lujo como un resort, si alojan al turista de una manera cálida y acogedora.
Cayos a visitar
Desde el Gran Roque parten los peñeros a las diferentes islas y cayos donde podrás disfrutar de varias actividades marítimas como buceo, snorkeling, pesca deportiva, velerismo, windsurf, paddle y kitesurf; o simplemente relajarte disfrutando el contacto directo con la fauna característica del lugar. A continuación, te contamos qué hacer en alguno de ellos.
Cayo de Agua, llamado así debido a pozos de agua dulce que puedes encontrar en la isla, es uno de los más visitados del archipiélago, gracias a sus aguas cristalinas, arenas blancas, y por el itsmo o franja de arena por donde puedes caminar. Aquí recurren los turistas que, aparte de disfrutar de la belleza de paisaje que ofrece sus aguas turquesas, quieren realizar snorkel y buceo y estar en contacto con diferentes especies marinas.
Dos Mosquises, son dos cayos muy cercanos entre si, (norte y sur), en el que podrás tener contacto directo con tortugas marinas, ya que en Dos Mosquises Sur se encuentra lo que otrora fue la Estación de Investigación de Biología Marina, con un programa de crianza y protección de dichas tortugas, donde podrás conocer, tocar y cargar cuatro variedades de tortugas marinas, de las siete que existen: Tortuga Verde, Tortuga Caguama o Cabezona, Tortuga Carey o Parabe y Tortuga Cardón o Laúd. A pesar que desde 2014 la Estación de Biología Marina ha quedado suspendida por decreto gubernamental, su programa educativo y de voluntariado sigue activo gracias a los lugareños.
Madrisquí y Pirata son dos cayos unidos por un pequeño camino de arena. Madrisquí es el cayo más visitado por familias con niños, ya que su orilla posee una superficie de aguas cristalinas y serenas sin profundidad, donde además podrás realizar pesca con mosca. Siguiendo el sendero de arena, muy cerca, llegas a Cayo Pirata, donde podrás pescar langosta, realizar buceo y admirar la Virgen del Valle que se encuentra a unos metros de profundidad entre un hermoso arrecife de coral. Si eres de los más aventureros, merece la pena que te sumerjas hasta lograr tocarla.
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