BBC Mundo
La sólida rutina de ejercicio de Adam, un productor de televisión de 42 años que va al menos tres veces por semana al gimnasio, le ha garantizado una buena condición física, además de brazos y piernas de los que se siente orgulloso. Pero cuando se trata de lograr los abdominales perfectos, ha tirado la toalla.
"Me encantaría tenerlos. Creo que tengo músculos estomacales fuertes; hago muchos ejercicios para los músculos del torso. Pero nunca llego a lograr esa clase de definición", dice.
Y no es el único.
Junto con el grupo de "duros" del gimnasio al que la camiseta sudada deja notar un abdomen con forma de "tableta de chocolate" o "tabla de lavar", suele figurar otro de hombres y mujeres que se dejan el alma doblándose en la colchoneta, sin que su zona media quiera darse por enterada.
¿Por qué es tan difícil lograr los abdominales perfectos?
La grasa primero
Los músculos abdominales se encuentran debajo de una capa de grasa corporal que debe quemarse primero, antes de que asome el músculo.
Ni todos los abdominales del mundo pueden, por sí solos, garantizar la deseada definición de la zona media.
Pero, al contrario lo que puede leerse en algunas revistas de divulgación popular, no es posible hacer ejercicio para quemar la grasa que se encuentra específicamente en esa zona.
"Depende de la complexión de cada quien. Cada quien quema grasa primero por un lado diferente: por ejemplo, por las caderas o por los hombros", dice Joan Williams, entrenadora personal de un gimnasio del centro de Londres. "Pero uno no puede controlarlo ni ‘mover’ la grasa de un lado a otro".
La edad y el metabolismo son otros factores en juego. El objetivo de deshacerse de la grasa es más difícil de alcanzar con la edad y entre aquellos individuos de metabolismo más lento.
La cosa con los abdominales es que dependen en un 80% de lo que comes y 20% del ejercicio
Joan Williams, entrenadora personal
Mención aparte merecen las mujeres que han sido madres: en muchas, el embarazo produce una separación de los músculos rectos del abdomen. Recuperar el tono en esta zona del cuerpo puede implicar otros ejercicios específicos, como los del suelo pélvico.
Importa más la boca
En todos las circunstancias, quienes buscan resultados en el estómago deben empezar por la boca.
"Puedes hacer millones de abdominales, pero si no cuidas tu dieta no vas a ver ningún cambio", afirma Joshua Kirwan, también entrenador personal.
"La cosa con los abdominales es que dependen en un 80% de lo que comes y 20% del ejercicio", añade Williams.
Y lo que hay que comer para tener la "tabla de lavar" o la "tableta de chocolate" no es ningún secreto.
Las recomendaciones no difieren mucho de tener una dieta saludable: poca grasa, pocos carbohidratos, mucha proteína, poca azúcar, muchos vegetales, dicen Kirwan y Williams.
Para las mujeres que han sido madres el reto es más grande, pero no imposible.
En cuanto al 20% que corresponde al ejercicio, no vale tampoco enfocarse únicamente en la zona: un entrenamiento completo del cuerpo, incluidos ejercicios aeróbicos, son requerimientos importantes para alcanzar esa reducción de grasa que es prerrequisito de unos abdominales perfectos.
"Correr ayuda", señala Kirwan.
Y no tirar la toalla -como Adam- también.
2014-10-26