El racismo, la discriminación y la distribución desigual de la riqueza pueden convertirse en causas de agitación y conflictos sociales en Panamá, advirtió un grupo de expertos de Naciones Unidas sobre los afrodescendientes.
La jamaicana Verene Shepherd, presidenta del grupo, leyó un informe sobre el resultado de su visita a Panamá y subrayó: "Nos preocupa la distribución desigual de la riqueza y la falta de oportunidades para los afrodescendientes".
Shepherd puntualizó que "las personas de ascendencia africana y la gente indígena se encuentran en lo más bajo de la escalera social económica" en Panamá, a causa de la discriminación.
Indicó que perdura en el legado de esclavitud, reforzado por los aspectos negativos de la economía de mercado y tiene "consecuencias profundas" en comunidades afrodescendientes y en la representación mental de algunos panameños.
El informe fue sustentado por Yury Boychenco, comisionado para los derechos humanos en Ginebra, Suiza, quien formuló un llamado a que sean respetados los derechos esenciales de la población.
Boychenco reseñó que la exclusión ha generado un descontento creciente en la población afrodescendiente y adujo que "es mejor no esperar a que haya un estallido" en el ámbito social, por lo que Naciones Unidas ha hecho un llamado de advertencia al gobierno de este país, sobre las desigualdades.
Al respecto, Shepherd recordó que integrantes de la sociedad civil panameña reiteraron la importancia de disipar el mito de que Panamá es un "crisol de razas", en el que presumiblemente no hay racismo, debido a que hay una realidad de exclusión.
Reseñó que su visita a los centros penitenciarios de Nueva Esperanza, en la caribeña provincia de Colón, y La Joyita, en la capital panameña, confirman la "grave preocupación" por la presencia desproporcionada de afrodescendientes entre la población carcelaria y las condiciones de vida inhumana que allí imperan.
Shepherd cuestionó el modelo de castigo carcelario y las barreras que enfrentan los jóvenes para el acceso a la educación de calidad y al empleo remunerado, debido a un perfilamiento racial. "La participación política y representación son claves si vamos a lograr una igualdad y la no discriminación", acotó.
La representante de Naciones Unidas recomendó la aplicación sin tardanza de medidas concretas que mejoren la calidad de vida de los afrodescendientes y un programa de sensibilización de la población, así como reformas en el ámbito legislativo a favor de los derechos humanos y el desarrollo democrático./DPA
(KC)