El Gobierno brasileño informó hoy de que está en alerta por la posible llegada al país de la mancha de petróleo provocada por un vertido de crudo a un río ecuatoriano que es afluente del Amazonas y que ya pasó por territorio peruano.
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) y la Marina de Brasil fueron alertados sobre el accidente ocurrido el 31 de mayo en el río Coca de Ecuador y están pendientes del avance de la mancha, según un comunicado divulgado hoy por la cancillería brasileña.
Los tres organismos "están sobre aviso para la eventualidad de que la mancha de petróleo llegue al país", asegura la nota al referirse a un derrame de crudo que las autoridades ecuatorianas calculan en 11.480 barriles de crudo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó igualmente que el Gobierno brasileño ofreció apoyo a las autoridades de Ecuador y de Perú en las tareas de contención y dispersión de la mancha, y que técnicos brasileños especialistas en el área están a disposición de las autoridades de ambos países.
"Las embajadas de Brasil en Quito y Lima están en contacto permanente con las autoridades de esos países para que el Gobierno brasileño pueda ser informado sobre la evolución de los acontecimientos", agrega la cancillería brasileña.
El accidente ocurrió el 31 de mayo cuando un deslizamiento de tierra en el sector conocido como El Reventador, en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, arrastró un tramo de la tubería del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y provocó un derrame de 11.480 barriles de crudo.
Según la cancillería brasileña, las autoridades ecuatorianas informaron a Brasil que el vertido fue de 6.800 barriles.
El derrame contaminó inicialmente el río Coca, un afluente del Napo, pero parte de la mancha ya avanzó por este afluente del Amazonas hacia territorio peruano.
La petrolera ecuatoriana Petroecuador informó el pasado jueves que contrató una compañía estadounidense especializada en limpieza ambiental para hacer frente a los daños provocados por el derrame. EFE