Cómo se debe comer desde pequeños, pues es algo que comienza desde la lactancia materna y a partir de allí son los de los padres quienes les enseñan a sus hijos a seguir una buena alimentación para crecer sanos y fuertes.
Cómo alimentarse
Recién nacidos y etapa escolar
– La lactancia materna es indispensable durante los primeros seis meses de vida, fortaleciendo al bebé con los anticuerpos.
– En la etapa preescolar es crucial para que el niño aprenda hábitos correctos y se acostumbre a comer todo tipo de alimentos.
– Es ideal que combines texturas, los colores en las preparaciones para así educar al paladar a todos los sabores y evitar el rechazo a las verduras o el pescado. Evita el alto consumo de chucherías, ya que debido a su intenso dulzor hace más complicada la adaptación del niño a una alimentación sana.
Cómo alimentarse en la adolescencia
Esta etapa de la vida es marcada por importantes cambios emocionales, sociales y físicos, por lo que el qué comer tiende a volverse un capricho por la personalidad más independiente, dejando a un lado las rutinas hogareñas.
En general, hay que lograr una alimentación equilibrada entre macronutrientes, como proteínas, grasas, fibras, y micronutrientes, entre vitaminas, minerales, aportando diariamente una energía total de 2.500 a 3.000 calorías para hombres y 2000 calorías para mujeres.
A los 30
Por un lado, ya no necesitas la misma cantidad de energía que cuando estabas en crecimiento y, por otro, en muchas ocasiones la vida se vuelve más sedentaria, por lo que la alimentación no será igual en todos los adultos, dependerá de la edad, la estructura física y el tipo de vida que tenga.
Se deben hacer tres ingestas principales y dos meriendas. Muchos dejan el desayuno a un lado y la verdad es que este debe ser rico en hidratos de carbono de absorción lenta para que mantengas la fuerza durante el día, y complementes con el resto de las comidas. Súmale a esto unas buenas rutinas de actividad física.
En la madurez
Sobre todo las mujeres, los adultos experimentan grandes cambios hormonales con repercusiones importantes en el metabolismo, por lo que se hace necesario ajustar de nuevo el aporte energético de la dieta e incluir alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos esenciales.
Ya en la menopausia y la andropausia, es necesario ingerir calcio a través de productos bajos en grasas, consumir frutas, verduras, pescados, aceites vegetales, frutos secos y fibra, que ayuda a combatir el estreñimiento más frecuente a partir de los 50 años, y a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre.
Después de los 60
Llegar a los 60 implica un deterioro progresivo natural, por lo que las necesidades nutricionales cambian, el gasto energético es menor y las demandas de ciertos nutrientes aumentan. También deben disminuir el consumo de sal y aumentar el de verduras ricas en fibra y antioxidantes. En la edad madura los niveles de hipertensión y colesterol tienden a aumentar, por lo que es preciso vigilarlos a través de la dieta.
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