La obesidad suele ser el resultado de ingerir más calorías de las que se queman durante el ejercicio y las actividades diarias normales.
Expertos señalan que la principal causa de este problema de salud son los cambios en los estilos de vida; y los cuales afectan no solo a adultos, sino también a niños.
¿Qué es la obesidad?
Se define como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Esta se caracteriza por un índice de masa corporal igual o superior a treinta, y el síntoma principal es la grasa corporal excesiva, la cual aumenta el riesgo de padecer problemas graves de salud.
Causas de la obesidad
Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el peso corporal; tal como señalamos, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se queman durante el ejercicio físico.
Además del sedentarismo, la mala alimentación y la genética, otro factor que influye en la aparición de esta condición son los trastornos hormonales, como una glándula tiroidea poco activa (hipotiroidismo) o la hiperactividad de las glándulas suprarrenales.
Importante
En caso de sospechar que el niño está en vías de sufrir de sobrepeso es necesario llevar a una consulta con el pediatra o un especialista en nutrición que lo evalúe, diagnostique y establezca los pasos a seguir para evitar problemas a futuro.
En la prevención de la obesidad infantil se deben implicar todos: el niño, la familia, la escuela, los pediatras, las autoridades sanitarias, etc.
Te puede interesar: Anorexia y bulimia en niños y adolescentes
¿Qué debe consumir el infante y qué evitar?
Incluye en la alimentación de los niños frutas, verduras, pescados y legumbres.
– Los expertos recomiendan consumir frutas y verduras a diario y legumbres varias veces a la semana.
– La fruta es mejor comerla entera que en forma de jugos y batidos.
– Beber siempre agua en lugar de jugos o refrescos.
– Disminuye las grasas de origen animal (grasa saturada) en mayores de 2 años.
– Evita la comida rápida y las bebidas azucaradas, además, trata en lo posible, de no añadir azúcar ni jarabes.
– Evadir la chuchería y los alimentos procesados, los cuales son ricos en grasa, azúcar o sal.
Recomendaciones
– Los niños deben consumir la cantidad de alimentos apropiada según su edad y la actividad física que realizan.
Los nutricionistas sugieren que una pauta orientativa de las raciones a consumir es el tamaño de la palma de cada uno.
Es decir, la proteína, el carbohidrato, etc., que quepa en la palma de la mano del niño, es lo que se les debe suministrar. Nunca un infante debe comer la misma cantidad que un adulto.
– Es importante regular el horario de cada una de las comidas del infante, y además, evitar que realice cualquier otra actividad mientras come, como ver televisión, por ejemplo.
– Acompáñalo a hacer ejercicios con regularidad, pues el ejercicio ayuda a disminuir los depósitos de grasa de los vasos sanguíneos y de los órganos internos, que son perjudiciales.
También mejora las alteraciones metabólicas y la inflamación asociada a la obesidad.
De igual manera, la actividad física fomenta la autoestima y disminuye los síntomas de depresión.
De interés
Con la introducción de cambios pequeños como son 10 minutos de actividad física vigorosa diaria, dejar de ver televisión mientras come, ingerir chucherías entre las comidas principales, entre otros, evitará la obesidad.
Modificar algunos hábitos es fundamental para que los pequeños de la casa aprendan a comer, se inicien en la práctica de algún deporte y por tanto cuiden su salud.
Visita nuestra sección Zona 3D
2022-07-13
Para mantenerte informado sigue nuestro canal
en Telegram https://t.me/Diario2001Online