El arte tiene un poder transformador que cuesta definirlo con palabras. Una de sus formas es la poesía, ese género literario que se vuelve exquisito en quienes lo hacen suyo para transformar sus sentimientos, emociones y vivencias.
Una manifestación que muchas veces termina desnudando al escritor y conectando con el lector a través de versos y prosas que hablan de las experiencias de los seres humanos en el trayecto de la vida.
Como parte de esa misticidad que viene con la poesía, la Unesco escogió el 21 de marzo para celebrar su existencia. Además de reconocer esta fuente de diversidad lingüística que se ha mantenido pese a los años y a la vorágine que ha llegado con la globalización.
Para homenajear esta manera única de crear conexiones, la comunicadora social, editora y poeta, Kira Kariakin, compartirá parte de su trayecto por este arte que le ha permitido la publicación de poemarios como “Nuevos arbitrios”, “En medio del blanco” y “El sol de la ceguera”.
Pero su entrega y pasión no solo han quedado plasmadas en estas entregas, también han logrado hacerse realidad en antologías como Escribir afuera: Cuentos de intemperies y querencias, Noch bleibt uns das Haus – Aún nos queda la casa, Nubes. Poesía hispanoamericana, entre otras.
Z3D: ¿Qué influencia tiene Venezuela en tu poesía?
KK: Diría que toda la influencia, si partimos del hecho de que soy hija de este país. El canon bajo en el que he desarrollado mi escritura es el de nuestra poesía, y el paisaje, la luz, la idiosincrasia determinan casi todo en la vida de cualquier venezolano y, por supuesto, de sus poetas. Somos todos poetas de este país. Venezuela siempre está presente de una u otra forma en nuestra poesía.
Z3D: ¿Cómo describirías tu relación con el lenguaje poético?
KK: No podría establecer que tengo una relación con el lenguaje poético porque eso implicaría que podría no tenerla, y eso no me parece posible. Es decir, la poesía es inmanente e ineludible en mi vida. La poesía no es sólo lenguaje y escritura, también es un estado y un ejercicio espiritual, un modo de vivir, de apreciar la vida. En ese sentido, la poesía me acompaña desde siempre. Soy practicante de la premisa de Armando Rojas Guardia de vivir poéticamente, que en un intento de resumirlo con sencillez significa vivir con atención, estar presentes y abiertos a lo sensible.
Z3D: ¿Qué te inspira a escribir?
KK: Siempre ando preguntándome cosas y creo que escribo posibles respuestas para mí misma. La escritura de poesía forma parte de una dinámica interior en donde el análisis y la emoción interactúan. El momento de escribir llega como una pulsión física, una necesidad de expresar y no depende casi nada de circunstancias externas, sino de las internas. La reflexión siempre se pasea por la casa, la familia, la memoria de ancestros, el viaje, el paisaje interior. Es un privilegio y una recompensa si alguien encuentra eco en los poemas de uno.
Z3D: ¿Tienes algún ritual o proceso creativo cuando compones poesía?
KK: No tengo rituales, sino mañas. Escribo en cuadernos de papel color crema sin líneas, con lápiz, pluma fuente o de gel. No me gusta escribir con bolígrafo. Tintas de cualquier color menos azul o rojo. Generalmente escribo de noche, pero a veces lo hago de día también. Dejo reposar largamente lo escrito antes de pasarlo en limpio.
Z3D: ¿Cuáles poetas o escritores venezolanos han marcado tu trayectoria?
KK: Le debo todo a muchos poetas. En cada lectura siempre encuentro algo que me revela cosas. Me han sido fundamentales las lecturas de HanniOssot, Vicente Gerbasi, Eugenio Montejo y Rafael Cadenas. También de Yolanda Pantin y Patricia Guzmán. Pero mis maestros en el oficio, tanto por sus enseñanzas directas como por sus obras, han sido Armando Rojas Guardia, Edda Armas, Cecilia Ortiz e Igor Barreto. Cecilia lee todo lo que produzco y me ha arropado en este camino, me aconseja y orienta. Soy parte del taller de Igor en donde nos reunimos mensualmente varios poetas para conversar de poesía y leer nuestro trabajo. Él ha sido un gran mentor. Y no puedo dejar de mencionar a mis compañeras de camino en el Jamming Poético, en talleres y movidas de la poesía en Caracas, Georgina Ramírez, Eleonora Requena, Keila Vall, Elisabetta Balasso, Flavia Pesci-Feltri, Jacqueline Goldberg, Gabriela Rosas, Ana María Hurtado y Graciela Yáñez Vicentini, quienes con su amistad y lectura aprendo y me alimento.
Z3D: ¿Cuál es tu poema favorito (tuyo o de otro autor) y por qué?
KK: Tengo varios poemas favoritos que releo de tanto en tanto. El que me viene primero a la mente es “Vuelve a tus dioses profundos” de Eugenio Montejo. Es un poema que me acompañó cuando viví fuera y que aún lo hace. Lo releo como si fuera una oración. Es el recordatorio de lo esencial, de lo que debe ser verdadero en cada uno. Me centra.
Vuelve a tus dioses profundos;
están intactos,
están al fondo con sus llamas esperando;
ningún soplo del tiempo las apaga.
Los silenciosos dioses prácticos
ocultos en la porosidad de las cosas.
Has rodado en el mundo más que ningún guijarro;
perdiste tu nombre, tu ciudad,
asido a visiones fragmentarias;
de tantas horas ¿qué retienes?
La música de ser es disonante
pero la vida continúa
y ciertos acordes prevalecen.
La tierra es redonda por deseo
de tanto gravitar;
la tierra redondeará todas las cosas
cada una a su término.
De tantos viajes por el mar
de tantas noches al pie de tu lámpara,
sólo estas voces te circundan;
descifra en ellas el eco de tus dioses;
están intactos,
están cruzando mudos con sus ojos de peces
al fondo de tu sangre.
Z3D: ¿Cómo ha evolucionado tu poesía a lo largo del tiempo?
KK: Esta pregunta es difícil. Escribo desde niña, y lo primero que uno escribe son poemas rimados. La poesía camina con uno, entonces por supuesto su madurez y oficio representa y espejea a quienes la escribimos. De combinar prosa y poesía, en ejercicios que integraban algo de crónica en mi blog k-minos.com, pasé a la decantación y al poema preciso y no muy largo. Hoy en día, estoy volviendo a esa primera vocación de poemas más largos y un poco más narrativos o reflexivos, pero estos aún están inéditos. Los temas creo que siguen iguales. Quizás la manera de expresarlos ha evolucionado un poco.
Z3D: ¿Cómo la poesía ha cambiado tu vida?
KK: Cambiaría mi vida para mal si no la tuviera. No imagino la vida sin poesía, me ha acompañado desde siempre. La poesía me revela cosas de la vida y de mí misma. Me es imprescindible.
Por Wanda López Agostini
Fotos Cortesía
Coordenadas @kirakariakin / kirakariakin.substack.com
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