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Ni en recipientes herméticos ni en el congelador, dónde y cómo guardar el queso

Una bodega húmeda con temperatura de entre 6 y 12 grados, es el escenario ideal según los expertos

Sabado, 22 de marzo de 2025 a las 09:00 am
Ni en recipientes herméticos ni en el congelador, dónde y cómo guardar el queso Ni en recipientes herméticos ni en el congelador, dónde y cómo guardar el queso
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El queso se debe guardar siempre en la nevera, específicamente en la parte central, a una temperatura entre 5º y 10ºC, para que se conserve en buen estado el mayor tiempo posible.

Es decir, la clave está en mantenerlo siempre en un ambiente fresco, según expertos, el escenario ideal para mantener el queso sería una bodega húmeda con temperatura de entre 6 y 12 grados, pero como no siempre es posible en la mayoría de los casos, lo habitual es guardar en la nevera. Pero, cómo hacerlo. Allí radica la importancia.

 

¿Dónde conservar mejor el queso?

Por tratarse de un alimento vivo, se debe conservar en un lugar fresco, por eso la opción principal siempre va a resultar la nevera, y solo se debe sacar unos minutos antes de comerlo, para que esté a temperatura ambiente.

Los expertos de García Baquero comparten desde su sitio web que, la temperatura de conservación varía según el tipo de queso. Por ejemplo, el queso fresco se conserva mejor a temperaturas bajas, entre los 4 y 8 grados; mientras que los duros y con mayor curación deben conservarse a temperaturas más altas, entre 8 y 12 grados.

Partiendo de ello, lo ideal es que se guarde en la parte inferior de la nevera o en los cajones, que son la parte menos fría. Jamás se deben meter en el congelador, ni en recipientes herméticos, porque esto afecta la textura, sabor y aroma del alimento.

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¿Cómo hacerlo?

Para que el frío de la nevera no reseque el queso, se deben seleccionar envoltorios como papel encerado, papel de cocina, papel de horno, papel de aluminio o paños de algodón. Una vez selecciones el que tengas a disposición, se procede a envolver la pieza de queso sin apretar demasiado para evitar que se recaliente y pueda aparecer moho. Otra alternativa es guardarlos envasados al vacío.

Todos estos métodos ayudan a que el alimento respire mientras retiene su humedad.

Ten en cuenta que se debe evitar tanto las bolsas como los envases de plástico porque favorecen el desarrollo de bacterias.

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