Alicia Banquez, desde niña soñaba estar sobre el escenario y hoy en día es una realidad, géneros como blues, soul, jazz le abrieron el camino.
Alicia y su semblanza
Se mira al espejo, se encienden los focos y ella da inicio a su show. Dejando en sus sueños cada movimiento al bailar, su cántico a todas esas personas que la ven brillar y una vez finalizada la actuación, solo se oyen los estruendosos aplausos por su espectáculo. Esa la imagen que se podía ver desde la habitación de la madre de Alicia Banquez: una niña de siete años acompañada de “la peinadora más bonita” que tenía mamá, quien jugaba a ser artista e imitaba el sonido de los aplausos tras su inocente juego artístico, sin saber que “todo llegó porque estaba predeterminada a tenerlo”.
Alicia viene de una familia humilde, un hogar que no podía permitirse pensar en la posibilidad artística. En casa, si algo no faltaba, eran los apodos. Entre su círculo familiar, cada uno de sus hermanos cuenta con uno, y ella no puede ser la excepción. “Lili”, así le llaman, representa un símbolo de cercanía que solo conocen (hasta ahora) las personas más cercanas a su vida, en su mayoría quienes han crecido con ella.
2005: El inicio de todo
Tras finalizar su casting para el reality “Fama, sudor y lágrimas” con el “guarapo aguado”, afirma que guarda muchas vivencias, pero la que más atesora es el momento de los aplausos, porque justo en ese instante vino su mejor flashback: la niña que imitaba el sonido de los aplausos. “Es el recuerdo que me queda y lo lindo es que cuando uno sueña con la inocencia de un niño, alguna cosa se hace realidad, y eso fue ese programa para mí, un sueño que tuve de chiquita, porque a lo mejor jugaba tanto y tan real que el universo lo agarró y en el 2005 se materializó”, destaca.
A partir de su participación en el programa se desencadenó una etapa de la actuación, debido a que alguien le confesó haber visto en ella ciertas actitudes para desempeñarse como actriz y es así como inicia en el mundo de la televisión y el teatro venezolano.
No todo fue color de rosa
“Amores de barra”, “Anita la huerfanita” y “A todo volumen” le abrieron paso a su propio espectáculo en el Centro Cultural BOD, Caracas, titulado “Blues en Negra”. Una idea que nació cuando su camino estaba nublado y no sabía hacía dónde iba, pero sí la responsabilidad que tenía, su hija Camila. “Dios usó el arte para salvarme y decirme que no hay nada que no se pueda hacer. A pesar de no ver con claridad lo que venía o en lo que yo me estaba metiendo, me dio por crear sobre mi vida”, cuenta.
“Blues en Negra” no solo fue bajo el concepto de su vida, también hacía un homenaje a la segregación racial y a los grandes de la música blues, soul, jazz y de cantantes como Etta James. Alicia quiso contar la historia de las familias disfuncionales y lo difícil de vivir en una época racial en la que por tu color no podías sentarte en ciertos lugares. “Me sentí identificada con su entorno y quise demostrarme a mí misma que podía, que valía, pues es todo un momento circunstancial y fue ahí donde esta producción me permitió abrir mis alas y no han parado de volar”, destaca.
2020: el impulso de su carrera
En el 2018 hizo un cuadro de la visualización y entre sus “sueños despiertos” escribió “un productor me ve”. Desde que despertaba hasta que terminaba su día veía aquellas metas que se trazó. Para ella todo llegó de manera inesperada, no contaba con la conciencia de lo que empezaba a ocurrir en su vida. Cuando Miguel Sierralta le propone fírmala y trabajar juntos, solo pensó “este es el productor, es el productor que yo puse” . Esto es una muestra de que su trabajo, su tiempo y vivir en un país en el que quizás ya muchos han perdido la esperanza, Banquez nunca se rindió. “Cuando algo es tuyo ni porque te quites”, asegura.
“Miguel vio en mí un diamante en bruto. Claro, todo ha sido un proceso y cuando te vuelves una artista representada es donde te empiezan a pulir. Él ha significado para mí la fe de creer que algo bueno en mí iba a suceder, y que más allá de lo que yo estuviese haciendo, cuando uno lo hace con amor algo sucede y Miguel es eso que pasó”, comenta.
Ettan James: su mayor influencia
“I`d Rather Go Blind” (Preferirá estar ciega) es la canción que daba inició a “Blues en Negra” y que más adelante, tras grabar un cover, que fue visto por Miguel Serralta, quien empezó a venderla de manera artística al verla cantar con el corazón y sencillez por primera vez y lo mejor de todo por haberla descubierto en Venezuela, su país.
Miguel la ayudó a realizar los arreglos y videoclip, sin embargo, eso no era suficiente. Había que cantar en español, lo que para Alicia significaba un cambio artístico, pues sentía que cantar en inglés se le daba mejor; pero entendió que para ser un artista se debe ser integral y si era con el fin de crecer aún más, lo haría con el corazón y profesionalismo que la caracteriza. Pero, su canción favorita no deja de sorprender, debido a que para este 2021 logró ser nominada a los Premios Pepsi Music en la categoría “Mejor Vídeo del año”, en versión Jazz.
“Vamos por el camino” fue lo que pensó cuando se enteró de su nominación a uno de los premios más importantes de Venezuela. “Me sentí complacida, pues en mi país se escucha mucho lo urbano y la mayoría de las nominaciones son de ese género.Entonces, que nos hayan tomado en cuenta a nosotros que venimos haciendo ruido desde el 2020, me hace sentir supercomplacida y eso significa que no necesito estar en lo urbano, si canto con el corazón cualquier tema”, destaca.
Alicia: España, el país que me abrió las puertas
“Sound Track Life” es la gira que la ha dado conocer en el público español, junto a la participación de grandes personalidades con quien ha llegado a compartir tarima. Venezuela, canción que representa a su nación y que interpreta junto Bertín Osborne, gran referente en el mundo artístico de España, a quién hoy ve como su hermano mayor. “No he visto a alguien que ame más a mi país sin ser venezolano, está apasionado con Venezuela. Además, cuando estábamos haciendo la prueba de sonido y veo a ese rubio de dos metros de altura tan referente en España, y empezamos a cantar, a mí se me hace un nudo en la garganta. Fue el primer escenario que pisé en este país y fue como decir que aquí estaba un pedacito de Venezuela a través de mi garganta”.
También tuvo la oportunidad de cantar “Desesperada” junto a Marta Sánchez. “Jamás me lo imaginé, porque tú ves a esos artistas tan inalcanzables, que no esperas que esto pase. En un almuerzo con mi productor Miguel Sierralta él dice que me tiene una sorpresa y era Marta invitándome a cantar con ella. No lo podía creer”, recuerda.
“Yo no tengo muchas palabras, digo increíble o maravilloso”, así describe su participación en el especial de Mercedes Benz Fashion Week en Madrid, bajo la dirección artística de Poty Castillo, para el diseñador español Feliz Ramiro. “No me lo creía, fue algo bonito”, dice.
Alicia y el futuro
“El arte me ha transformado y el simple hecho de haber llegado aquí, sin importar las circunstancias pasadas, sólo con la disposición de trabajar desde lo bonito, la vida me lo va a recompensar”, manifiesta. Alicia regresa a Venezuela en busca de su hija y vuelve a suelo español porque tiene varias propuestas, además de un posible disco en camino, bajo la marca de profesionales europeos.
Sin embargo, no pierde la oportunidad de dar gracias a España por el gran recibimiento, a Venezuela por ser el inicio de todo y a su ángel Miguel Sierralta quien cambió su vida. Alicia no deja de abrazar aquella niña que con ilusión jugaba en el cuarto de mamá y agradece todo lo vivido en el camino.
Le gustaría que su hija Camila pueda ayudar a muchas personas a través del arte, porque es una niña que nació con dotes artísticos, pero sobre todo desea dejarle el legado del agradecimiento y de que lo que decida hacer, logre ayudar al menos a unas cuantas personas que hagan de este mundo un lugar mejor.
Por Idiared Quiaro/ Fotos: Cortesía Jota Erre Medios
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