La sobreprotección se da cuando los padres realizan muchas de las actividades que ya sus hijos están en la capacidad de realizar por sí solos.
Vestirse, peinarse o comer son solo alguna de esas “tareas” que lo niños pueden hacer solos a cierta edad, por ejemplo.
Cuando esto ocurre nos referimos a la hiperpaternidad, una forma de sobreprotección que puede llegar a afectar a los hijos, según los expertos, tanto o más que la falta de afecto y atención.
¿Qué es la sobreprotección o hiperpaternidad?
Es la tendencia en la cual los padres suelen brindarle una atención extrema o demasiado excesiva a sus hijos. En algunos casos se involucran prácticas de vigilancia y control que pueden llegar a ser invasivas.
Generalmente cuando esto ocurre, los padres se involucran demasiado en las vidas de sus hijos queriendo resolver todos los problemas que estos tengan, irrumpiendo en su capacidad de hacerlo por sí mismos.
Esto ocurre porque los padres ven a sus hijos como seres que hay que proteger a toda costa para que nada malo les pase, y con ello los privan de su individualidad y posibilidad de ir creando sus propias experiencias de vida y de resolución de problemas.
Si bien detrás de todo esto hay una buena intención, suele tener resultados negativos cuando ya son adultos; por lo que es necesario evitar caer en este tipo de comportamientos.
Te puede interesar: ¿Qué hacer para educar bien a tus hijos?
¿Cómo afecta a los niños?
Este tipo de sobreprotección excesiva suele traer consecuencias negativas para los niños; los cuales comienzan a mostrarse inseguros y con comportamientos de carácter reprimido.
En este sentido, los niños con padres sobreprotectores suelen desarrollar inseguridades constantes a lo largo de su crecimiento, esto puede influir tanto en su confianza como en el trato con otras personas.
Incluso, esto a veces forma a adultos con baja autoestima y con problemas de comportamiento.
Otra de las consecuencias de la sobreprotección son los efectos psicológicos que esto causa en los hijos.
Es decir, puede llegar a causar un profundo estrés derivado de la imposibilidad de poder experimentar y en el peor de los casos, causar ansiedad y hasta depresión, al verse sometidos a cumplir constantemente con las exigencias de sus padres.
También suelen sufrir de poca tolerancia a la frustración y a las cosas negativas, ya que sus padres suelen inmiscuirse para resolverles todo, y que no sientan ningún tipo de estrés.
Importante
Es necesario que padres e hijos disfruten de una relación equilibrada, de mutuo respeto y confianza. Que garantice su sano desenvolvimiento, para que puedan convertirse en adultos independientes.
Cabe acotar que, no se trata de descuidar a los hijos, sino más bien de darles la libertad de experimentar por sí mismos las consecuencias de sus propias acciones.
1. Deja que tus hijos se equivoquen.
2. Enséñales a ser responsables de su salud y sus cuidados.
3. Evita transmitirle tus miedos y angustias.
4. Escucha y respeta sus decisiones.
5. Anímalos a realizar sus actividades.
6. Respeta su privacidad.
Visita nuestra sección Zona 3D
2023-05-16
Para mantenerte informado sigue nuestro canal
en Telegram https://t.me/Diario2001Online