¿Ataque de pánico? Es un episodio repentino de miedo o ansiedad intenso, el cual generalmente está acompañado de síntomas físicos, basados en un peligro aparente y no inminente.
En ocasiones podemos decir que estamos sufriendo un ataque de pánico, pero realmente ese temor que sientes en un determinado momento lo es. En estas líneas te aclaramos algunas dudas al respecto.
Definición de ataque de pánico
Es un ataque de miedo o ansiedad repentino e intenso que puede provocar en la persona mareos, falta de aire, palpitaciones, e incluso que se sienta fuera de control.
Estos ataques suelen durar de 5 a 10 minutos, o unas cuantas horas, y la persona que lo padece siente que está teniendo un ataque al corazón o que está a punto de morir.
La persona lo vive de manera aterradora llegando incluso a interferir en sus actividades diarias y en su bienestar.
Cabe acotar que, cuando estos episodios se presentan con mucha frecuencia, se les llama trastorno de pánico.
¿Qué lo provoca?
Muchos son los factores que pueden causar un ataque de pánico entre los que podemos señalar el estrés, la muerte o enfermedad grave de un ser querido.
Sucesos traumáticos, una agresión sexual o un accidente grave, un divorcio y hasta la llegada de un bebé.
También puede afectar el uso de algunos fármacos, el consumo de drogas o alcohol, cigarrillo o el exceso de cafeína.
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Síntomas
Pueden variar de una persona a otra, o presentarse uno o todos a la vez. Estos son los más comunes:
– Sensación de miedo, terror o ansiedad intensa.
– Dificultad para respirar o respiración muy rápida. Falta de aire.
– Opresión o dolor en el pecho.
– Latidos del corazón acelerado o irregular.
– Sudoración excesiva.
– Náuseas.
– Malestares estomacales.
– Temblores.
– Mareos.
– Cefalea.
– Debilidad.
– Desmayos.
– Escalofríos o rubor intenso.
– Entumecimiento u hormigueo de brazos, piernas, manos y cara.
Toma el control
Busca ayuda si crees que los ataques de pánico son de difícil manejo, pero mientras que consigues el apoyo de un profesional de la salud mental, prueba con esto:
– Céntrate en que esto va a pasar, y aunque lo estés pasando mal, no va a ocurrir nada fatal, ni sin remedio.
– Actúa con calma, es conveniente sentarse o caminar a la espera de que la intensidad de la crisis disminuya, que, aunque parezca que no va a terminar nunca, durará unos cuantos minutos.
– Intenta relajarte y no pensar en lo que estás sintiendo porque empeora los síntomas.
– Respira por la nariz y con el diafragma de la forma más pausada posible a pesar de la sensación de falta de aire, para evitar la hiperventilación. Prueba respirar manteniendo una bolsa de papel sobre la nariz y la boca.
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2023-09-01
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