Una de las experiencias más adorables para cualquier amante de los gatos es presenciar el nacimiento y crecimiento de una camada. Sin embargo, surge una duda común: ¿es seguro tocar a los gatitos recién nacidos? La respuesta no es tan sencilla y depende de varios factores.
Durante las primeras dos semanas de vida, los gatitos son extremadamente vulnerables y dependen por completo de su madre. Su sistema inmunológico aún está en desarrollo, y cualquier manipulación puede exponerlos a enfermedades. Además, el olor humano puede confundir a la madre y llevarla a rechazar a sus crías.
A partir de las dos semanas de edad, los gatitos comienzan a ser un poco más resistentes y la madre suele estar más relajada. Sin embargo, es recomendable esperar al menos hasta la tercera semana para empezar a tocarlos con suavidad y durante períodos cortos.
¿Cómo hacerlo de forma segura?
Lávate bien las manos con agua tibia y jabón antes de tocar a los gatitos. A la hora de tocarlos, manipúlalos con cuidado, evitando movimientos bruscos.
Asegúrate de que el lugar donde los toques esté cálido y libre de corrientes de aire. Inicialmente, las interacciones deben ser breves para no estresar al gatito ni a la madre. Presta atención a las señales de la madre. Si parece incómoda o intenta alejar a sus crías, detén la interacción.
Socialización temprana
Esta es fundamental para que los gatitos se conviertan en adultos sociables y seguros. Al manipularlos con cariño desde pequeños, se acostumbran a la presencia humana y a diferentes estímulos, lo que facilitará su adaptación a un nuevo hogar.
Idealmente, los gatitos deben permanecer con su madre y sus hermanos hasta las 8 semanas de edad. Durante este tiempo, aprenden habilidades sociales importantes y desarrollan un sistema inmunológico más fuerte.
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