BBC Mundo
Científicos de Alemania y Japón desarrollaron un nuevo sensor magnético que se aplica a la piel y podría dotar a los humanos con lo que se denomina magnetorrecepción.
Este "sexto sentido" es lo que le permite a muchos animales detectar campos magnéticos para su orientación y navegación.
La lámina de sensores es lo suficientemente delgada, robusta y maleable para aplicar y adaptar a cualquier parte de la piel humana.
Esta nueva fina película magnetoelectrónica tiene menos de dos micrómetros de espesor y pesa apenas tres gramos por metro cuadrado; puede, inclusive, flotar sobre la superficie de una burbuja.
Estos sensores magnéticos pueden, además, ser doblados a radios extremos de menos de tres micrómetros, y resistir ser arrugados como un pedazo de papel sin perder sus propiedades sensoriales.
Colocados sobre una superficie de apoyo elástica, como una banda de goma, se pueden estirar a más de 270% de su longitud durante más de 1.000 ciclos sin presentar fatiga.
Los sensores permiten "sentir" o percibir orientación dentro del campo magnético natural de la Tierra, sin la necesidad de una brújula o un GPS vía satélite.
El usuario podría recibir la sensación a través de una vibración o en algún dispositivo móvil.
Lo más destacado, sin embargo, es que "nos da una sensación adicional fuera de los cinco sentidos que tenemos", afirmó Makarov.
"Extiende la posibilidad de manipular objetos en un mundo virtual, por ejemplo, sin alterarlos en el mundo físico".
2015-02-06