El pan es un alimento que forma parte de la dieta diaria de un gran número de personas a nivel mundial. Según refiere El Tiempo este alimento fue consumido por el 80% de la población mundial durante el año 2022.
A pesar de ello, muchas personas tienen la duda si consumirlo o no, porque lo consideran poco saludable.
¿Cómo comer el pan?
Los expertos señalan que la recomendación es que se consuma pan elaborado con ingredientes naturales y cereales integrales, ya que de esta manera proporciona hidratos de carbono complejos gracias a su contenido en fibra, minerales como el hierro y magnesio y vitaminas del grupo B.
Según refiere el sitio web ABC, el pan realizado con harinas refinadas y que contengan demasiados aditivos, pierden valor nutricional al eliminar el salvado de su composición y el germen del grano.
Por tanto, el pan integral es la opción más saludable, ya que conserva el salvado y el germen del grano, lo que incrementa su contenido en fibra.
Minimiza los riesgos
En caso de no poder costear un pan integral, existe una manera de comer un pan saludable y consiste en congelarlo antes de consumirlo.
La gastroenteróloga y endoscopista Karen Alarcón, compartió en su cuenta de Instagram que este método puede transformar el pan común en un alimento más saludable y digestivo, refiere El Confidencial.
La experta explicó que congelar el pan y calentarlo antes de consumirlo tiene grandes beneficios, tantos como hacer de tu pan “10 veces más saludable”.
Alarcón indicó que, “si tú congelas el pan y luego sacas una rebanada para calentarla, ya sea en el sartén o en el tostador, gran parte del carbohidrato del pan va a convertirse en fibra prebiótica, que no solo beneficia tu microbiota, sino que también va a regular la glucosa en sangre”.
Finalmente, añade que, “recuerda que el almidón por efecto del calor se digiere mejor, así que seguramente tendrás menos molestias de distensión abdominal y gases”.
En conclusión, congelar el pan luego de comprarlo ayuda a que se convierta en un alimento más saludable, sin embargo, es clave preservar su calidad y para ello se recomienda envolverlo en film transparente o utilizar bolsas de congelación con cierre hermético. También se recomienda solo descongelar la pieza que se va a consumir y se aconseja consumirlo en un máximo de tres meses.
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