AFP
A pesar de las críticas del mundo de la política y la Iglesia rusa, Madonna apoyó en su segundo concierto en San Petersburgo a los homosexuales, pese a la prohibición vigente en el país de hablar en público al respecto, e instó a la aceptación de gays y lesbianas.
"Todos merecemos amor", citan medios locales las declaraciones de Madonna de este jueves ante unas 25.000 personas que habían concurrido a su recital.
La reina del pop, de 53 años, hizo que en el concierto se repartieran brazaletes rosa y rojos en gesto de solidaridad con los homosexuales, aislados en Rusia. Lamentó "la creciente intolerancia" en el mundo y alentó al público a alzar las manos con las pulseras.
En la metrópoli turística rusa rige una ley que prohíbe la "propaganda homosexual". Antes del concierto de la diva del pop hubo protestas de cristianos ortodoxos y un diputado local del partido gubernamental Rusia Unida amenazó con una multa si Madonna "publicitaba la homosexualidad".
"Los extranjeros no tiene derecho a dictarnos nuestras normas de vida", dijo el sindicato conservador Ciudadanos de Rusia, según la agencia de noticias Interfax en San Petersburgo.
"Queremos luchar por el derecho a ser libres", dijo la cantante en el concierto. "Yo viajo mucho por el mundo y he visto que las personas son cada vez más intolerantes. Pero podemos cambiarlo. Tenemos la fuerza", citó la agencia Interfax a la estadounidense.
El diputado Vitali Milonov (de Rusia Unida) aseguró que daría la orden de que las cámaras graben el concierto.
La cantante mostró también su apoyo a las tres miembros del grupo de punk Pussy Riot, encarceladas por su "rezo" de protesta grabado en la catedral del Cristo Redentor contra el presidente Vladimir Putin.
Al inicio del concierto el martes, ante más de 20.000 personas en el estadio Olympiski de Moscú, Madonna pidió la liberación de las Pussy Riot y abogó por la libertad de expresión. Llevaba inscrito en la espalda el nombre del grupo y cantó como las rockeras con el rostro cubierto con un pasamontañas.
2014-07-16