Las hierbas de olor se conoces desde hace 11.000 años, según algunos escritos su origen radica entre los ríos Tigris y Eufrates, cuando se ofrecían a los dioses para hacer propicio el clima para la cosecha.
A lo largo de la historia se han utilizado para cocinar y como medicina natural, y en ambos casos, es mejor usarlas frescas.
Actualmente en el mercado se consiguen una gran variedad de ellas, entre las más populares están la albahaca, hierbabuena, menta, romero, tomillo, eneldo, laurel, orégano, perejil, cilantro, etc. Estas aportan a la comida color, textura y sobre todo sabor.
Pero, al comprarlas lo ideal es guardar en un sitio acorde para que al momento de usarlas las tenga frescas.
Usos en la cocina de las hierbas
Cuando se usan hierbas frescas, es mejor picarlas justo antes de que se vayan a emplear, y conviene añadirlas a la comida al finalizar la cocción, pues el calor hace que pierdan fragancia.
También podemos repartir las hierbas frescas crudas por encima de los platos terminados, o mezclarlas con la comida.
Para picarlas en fina juliana con facilidad, hay un truco: se ponen dentro de un vaso y se cortan con tijeras.
Dónde guardar las hierbas
Congelador
Algunas hierbas se pueden conservan perfectamente en el congelador, puede guardar completamente la rama completa o si desea sacar por hojas y colocarlas dentro de una bolsa plástica transparente con cierre hermético.
Una vez que tenga la hierba en la respectiva bolsa, presione un poco para que no quede aire en su interior. Este procedimiento es recomendable para las hierbas de hojas grandes.
Para las hierbas pequeñas como el perejil, menta o tomillo es preferible picarlas antes de congelarla.
Al aire libre
Está es quizás la técnica más conocía y práctica, solo debes amarrar con un hilo boca abajo el manojo de la hierba y amarrarla a una ventana o lugar donde le dé el sol.
Déjalo allí hasta que se seque, una vez la humedad desaparezca, descuélgalo con mucho cuidado, quite los tallos y almacene las hojas en frascos herméticos para conservar por más tiempo.
Aceite
Se pueden conservar también en aceite o en vinagre, a ser posible en recipientes opacos, para que la luz no llegue a ellas.
Sal
Coloque las hierbas alternando en un recipiente, capas de sal y de hierbas. La proporción sería una parte de sal por cuatro partes de hierbas.
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