Los jardines son lugares para el ocio, la creación artística o, simplemente, el disfrute de su belleza, y constituyen todo un símbolo para la mayoría de tradiciones, culturas y religiones, sin olvidar que más de mil millones de personas viven gracias a los ingresos generados por los ecosistemas boscosos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación cada año desaparecen unos 13 millones de hectáreas de arbolado. Las principales causas de deforestación a nivel mundial, son la agricultura y ganadería, la extracción de petróleo y gas, los incendios, la explotación maderera, la minería, las plantaciones forestales, los macroproyectos de ingeniería civil y, en el caso concreto de los manglares.
Problemas para el planeta
La eliminación de las áreas boscosas trae consigo una serie de graves consecuencias:
-Se producen desequilibrios en las cuencas hidrográficas, favoreciendo el desbordamiento de los ríos y, al mismo tiempo, el aumento de los períodos de sequía. Como consecuencia, se incrementa la erosión del suelo, disminuyendo su fertilidad.
– La destrucción del hábitat precipita la extinción de numerosas especies de flora y fauna y genera, por tanto, una pérdida enorme de biodiversidad.
Cada persona debería plantar dos árboles por año, de esta manera se contribuye a mantener vivas las especies típicas, muchas de ellas ya están en riesgo de extinción.