Hoy en día no concebimos la vida sin la electricidad. Si nos percatamos de todas las actividades que realizamos durante el día, nos daremos cuenta que la gran mayoría incluye la energía eléctrica, por ello, usarla conscientemente y de manera moderada, no solo nos traerá un ahorro en la factura de fin de mes, sino que también estaremos ayudando al planeta y medioambiente.
Pero te preguntarás ¿cómo hacer para ahorrar energía en el hogar? Pues no te preocupes, ya que aquí te damos los consejos más útiles para disminuir el consumo eléctrico, sin sufrir en el intento y tener un consumo responsable de la energía para un desarrollo sostenible.
Comenzaremos hablando de lo que más tenemos en casa, como son los electrodomésticos, aparatos que suponen la mitad del gasto energético en el hogar. El avance en la tecnología ha hecho que cada vez más tengamos en casa la ayuda de estos aparatos que nos facilitan la vida, pero en muchas ocasiones no sabemos usarlos de manera consciente en consumo energético.
Lavadora y secadora, no podríamos vivir sin ellas, pero sí podemos vivir usándolas correctamente. Por lo general al colocar cargas de lavadora no lo hacemos en cargas completas. Esperar a que tengas suficiente artículos para lavar para poder colocarla, y hacerlo con el ciclo de agua fría, ya quelas lavadoras que tienen que calentar el agua consumirán más energía.
En el caso de la secadora se aplica el mismo consejo, usarla con cargas completas, pero lo más importante, es utilizarla con prendas que realmente lo ameriten. En la medida de lo posible, seca tu ropa al natural y con la ayuda de la brisa y el calor de sol.
La nevera es un electrodoméstico que no podemos apagar cuando no se esté utilizando, por ende, siempre consumirá energía, y es el que más energía consume en el hogar, pero lo que sí podemos hacer es optimizar su uso. Para comenzar hay que conocer su funcionamiento. La nevera mantiene al ambiente interno a una temperatura seleccionada, y mientras la puerta no se abra, la temperatura interna no variará.
Cuando abrimos la puerta de la nevera, su aire frío se escapará, elevando la temperatura interior. Por ello, el motor de la nevera comenzará a funcionar para enfriar nuevamente al aire interno, lo que generará consumo de energía. Por ello, lo recomendable es abrirla puerta de la nevera solo lo necesario, y sacar de ella todo lo que necesitemos de una sola vez, para no tener que estar abriéndola constantemente.
Al igual que la nevera, cada vez que abres la puerta del horno para revisar la cocción de tus alimentos, se escapará el aire caliente, por lo que la comida necesitará más tiempo en el horno para cocinarse, por consiguiente, mayor consumo energético. No es recomendable usarlo para descongelar ni para mantener los alimentos calientes.
Usar gas en la cocina es una gran manera de ahorrar energía. Las cocinas eléctricas consumen gran cantidad de energía, y es la causante de un alto porcentaje de la totalidad de la factura de luz del mes. Cambiar a una cocina de gas te permitirá eliminar ese gasto energético diario, en un utensilio tan utilizado como lo es la cocina, ahorrando un 70% de energía.
Para el resto de los electrodomésticos pequeños presentes en casa, lo recomendable es desenchufarlos cuando no se estén usando, ya que el tenerlos enchufados (aunque estén apagados) consumirán energía, y cuando estén en uso, utilizar la potencia adecuada y necesaria para cada caso.
Por último, pero no menos importante, es tener conciencia a la hora de prender las luces de casa. Usar luz natural, en la medida de lo posible, y dejar de prender los bombillos de luz, será una gran manera de ahorrar energía.
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