Wanda López Agostini
Debes darle pecho a tu bebé dónde y cuándo quiera, son beneficios para toda la vida. La lactancia materna cobra mayor valor cada año, este alimento, además de ser estándar de oro nutricional para los bebés y niños, ofrece múltiples beneficios para la madre como la liberación de oxitocina durante la primera y posteriores tomas; contracción de útero, logrando la disminución del sangrado uterino postnatal y permitiendo que regrese a su tamaño y posición pregestacional.
Además, amamantar reduce los riesgos de cáncer de mama, ovario, diabetes y depresión postparto. Pese a que no debe ser usado como anticonceptivo, la lactancia constituye un método natural de control de la natalidad, cuando se realiza de forma exclusiva y a libre demanda, así lo señala Healthy Children, la revista digital publicada por la Academia Americana de Pediatría.
Patricia Díaz Lorenzo, pediatra y doula, especializada internacionalmente en lactancia humana, destaca que la leche materna es un fluido inteligente que se adapta a los cambiantes requerimientos de los bebés y niños, según su edad, crecimiento y desarrollo. “Los bebés no requieren nada más los primeros seis meses, solo tu leche”, destaca.
Nutricionalmente, este alimento natural proporciona el 70-80% de los requerimientos entre los 6-7 meses de vida, mientras que entre los 9-11 meses, cubre el 55-60% que necesita el bebé. Desde los 12 hasta los 24 meses de edad, aporta el 40% de lo que exige el niño para su óptimo crecimiento.
En los primeros dos años, asegura el suministro de ácidos grasos esenciales que permiten el continuo desarrollo neurológico y de factores de protección específicos, que contribuyen a la maduración del sistema inmunológico.
Por esta razón, la OMS recomienda la lactancia óptima exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Luego, complementarla con alimentos ricos en proteínas y vitaminas, y extenderla hasta los 2 años o más. De acuerdo al deseo de madre y niño. “Cada familia posee sus propias metas de lactancia y debemos apoyarlos, para que logren amamantar por el mayor tiempo posible”, manifiesta Díaz Lorenzo.
¿Sabes qué es la tetanalgesia?
Este procedimiento consiste en emplear el amamantamiento para disminuir el dolor generado por prácticas o pruebas dolorosas y molestas en los infantes. Entre sus ventajas está la proporción de consuelo, alivio y minimización del dolor y del llanto. También eleva la confianza de la madre ante el cuidado de su bebé y disminuye la incertidumbre ante su sufrimiento.
Debido a estos múltiples frutos, la OMS exhorta a la madre a dar pecho a su hijo durante o luego del pinchazo de la vacuna, para reducir el malestar.
¿Molestias causadas por la excesiva producción de leche?
Aunque la producción de leche es autorregulada, acorde con los requerimientos de quien succiona, puede generarse congestión mamaria fisiológica, sobre todo durante los dos primeros meses de lactancia, o en aquellos momentos donde se ha espaciado la ingesta del líquido. Lo ideal es resolverlo oportunamente para aliviar la sensación de tirantez en los pechos y evitar que afecte el rendimiento a mediano plazo.
De llegar a sufrir estas molestias, la especialista recuerda la importancia de empezar a amamantar temprana y frecuentemente, desde las primeras horas de vida. Hacerlo a libre demanda y no por horario. Señala lo imperativo de aprender a reconocer y responder a las señales de hambre del bebé, para ofrecer el pecho cuando lo requiera.
Díaz Lorenzo detalla que se debe permitir al lactante que vacíe completamente un pecho, antes de ofrecer el otro. “Asegúrate de tener una apropiada técnica de amamantamiento, que permita la transferencia eficiente de leche. Si por alguna razón, tu bebé no está amamantando como lo hace habitualmente, asegúrate de drenar los pechos y ofrecer la leche por vaso o cucharilla, mientras resume la succión directa”.
Aprende a hacer un banco de leche
El consejo inicial: preparación y consistencia en la extracción. De esta manera tu cuerpo comprenderá que, por aumento de la demanda, deberá aumentar la oferta y ese estímulo eficiente y progresivo, aumentará tu producción.
Lo ideal es comenzar 15 días o un mes antes de que la necesites. La extracción manual es la más recomendada, pero si la madre tiene un extractor eléctrico puede realizar las extracciones seriadas con ambas metodologías. Eso asegura mayor volumen y contenido de lípidos en el tiempo.
Los mejores envases para almacenado son de vidrio y tapa de rosca plástica, que estén identificados con la fecha en la que se llenó el recipiente. Un frasco con leche materna puede durar de 48 a 72 horas en la parte baja de la nevera, mientras que, en el congelador, su periodo de consumo llega a los seis meses.
Es importante recordar que la leche congelada puede ofrecerse luego de un baño de maría, que permita que la mezcla se vuelva nuevamente homogénea. Se debe evitar la exposición de la leche a llama directa o microondas.
La alimentación de la madre durante la lactancia
La demanda promedio de una persona lactante es, aproximadamente, entre 1.800 a 2.700 kcal/día. Por esta razón, es indispensable que las madres consuman de todo balanceado en calidad y calidad. Deben mantenerse hidratadas y consumir gran cantidad de frutas de todo tipo. Su alimentación debe incluir alimentos vivos, no procesados, así como vegetales, verduras y granos.
“No existe en la actualidad evidencia de tener que restringir alguno de los alérgenos universales (pescados, mariscos, maní, nueces, trigo, huevo, lácteos, soya) en período de lactancia”, indica la experta.
El proceso del destete
Entre las razones frecuentes, pero equivocadas para el destete se encuentra la introducción temprana de alimentos sólidos (antes de los 6 meses); despertares nocturnos por solicitud del pecho; comienzo difícil de la alimentación complementaria; retardo en el desarrollo de lenguaje expresivo; embarazo; reinicio laboral; enfermedad materna o del lactante y tratamientos farmacológicos maternos.
La decisión de destetar es muy íntima y personal. No debe estar influenciado por presiones sociales o por parte de profesionales de salud, poco informados en los beneficios nutricionales, inmunológicos y para el neurodesarrollo de la lactancia extendida.
“El destete debe venir acompañado de un análisis cuidadoso de las razones para realizarlo y una vez tomada la decisión, debe ser progresivo y respetuoso para todos los involucrados”, aconseja la pediatra.
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