Para que nuestro organismo funcione adecuadamente, debemos tener una dieta equilibrada, en la que deben estar presentes: frutas, verduras, cereales, carnes y pescados. Los pescados y mariscos son parte importantísima en el equilibrio de nuestra dieta, ya que poseen propiedades nutricionales que los convierten en alimentos fundamentales, dentro de lo que se considera una alimentación equilibrada y cardiosaludable, y debemos consumir al menos tres veces por semana.
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No solo disponen de proteínas de excelente calidad, sino que presentan un perfil de lípidos más saludable que el de otros alimentos también ricos en proteínas, como las carnes. Además, el consumo de pescado, y en concreto, de pescado azul, puede mejorar los síntomas de algunas enfermedades, y contribuir a la prevención de otras, entre las que destacan las cardiovasculares. A continuación, te exponemos 10 de sus beneficios.
Pocas calorías
Por cada 100 gramos, el pescado magro presenta entre 70 y 80 Kcal, mientras que los pescados grasos o azules, oscilan entre 120 y 200 Kcal, es decir, un contenido calórico muy bajo. La recomendación es, sea cuál sea el tipo de pescado o marisco a consumir, cocinarlo al horno, al vapor, en el microondas, o a la plancha, es la forma recomendada para no aumentar el contenido calórico, como sí ocurriría si se prepara frito o rebozado.
Fuente proteica
Los pescados y mariscos son una fuente proteica completa con aminoácidos. El consumo diario de 4 onzas, de cualquiera de ellos, proveerá un aproximado del 30 al 40 por ciento del promedio de proteínas recomendado. Y debe consumirse al menos tres veces por semana, para obtener todos los beneficios proteicos que necesita nuestro organismo para su buen funcionamiento.
Vitaminas y minerales
Estos productos son ricos en vitaminas y minerales. Entre las vitaminas que nos aportan, están: la Niacina -B3- (la cual contribuye al metabolismo energético, la función psicológica, el mantenimiento de la piel y mucosas, y disminuye el cansancio y el estrés); y las B6 y B12 (que ayudan al sistema nervioso, el inmune, la formación de glóbulos rojos, homocisteína y metabolismo de las proteínas); y entre sus minerales, se encuentran: calcio, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, potasio y selenio.
Protege corazón y arterias
Los productos del mar poseen alto contenido de ácidos grasos Omega 3, ideales para la salud cardiovascular, los que están vinculados a la salud de tu corazón, disminuyendo los riesgos de enfermedades cardiovasculares, incluyendo la presión arterial, la función vascular, la disfunción endoteliar, la inflamación, la reactividad de las plaquetas y trombosis, las concentraciones de triglicéridos en el plasma, y la variabilidad del ritmo cardiaco.
Sin colesterol
Mariscos como los crustáceos, calamares y similares, así como el pescado, poseen un alto nivel de colesterol, localizado principalmente en el músculo, el bazo, y sobre todo en el hígado, pero no te preocupes, ese colesterol no aumentará tus niveles en sangre, ya que poseen una elevada proporción de grasas insaturadas y poliinsaturadas, por lo que podrás consumirlo sin remordimiento alguno.
Propiedades antiinflamatorias
Los ácidos grasos Omega 3, principalmente EPA y antioxidantes, presentes en pescados y mariscos, ayudan a formar sustancias de acción antiinflamatoria llamadas prostaglandinas, por lo que el consumo de pescado azul, por ejemplo, resultará beneficioso para aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
Previene el cáncer
Estudios recientes han relacionado el beneficio del consumo de los ácidos grasos presentes en pescados y mariscos, con un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata, páncreas y colon. El consumo de ácidos grasos eicosapentanoico (EPA) y docosahexanoico (DHA), actúa directamente reduciendo el riesgo de padecer cáncer de próstata, específicamente.
Cerebro sano
Otro de los órganos de nuestro cuerpo que se verá beneficiado por el consumo regular de pescados y mariscos, será nuestro cerebro, ya que ayudará al óptimo desarrollo y funcionamiento del mismo, reduciendo las posibilidades de padecer Alzheimer durante la vejez.
Cero bocio
El bocio es una enfermedad que se caracteriza por un crecimiento anormal de la glándula tiroides (situada en la parte baja del cuello), causada de manera habitual por una deficiencia de yodo en la dieta. Los pescados y mariscos aportan al organismo una excelente fuente dietética para hacer frente a la falta de yodo, por lo que se recomienda consumir todo tipo de mariscos, salmonete halibut, salmón, bacalao conservas de atún, y mejillones.
Más felices
Incrementar el consumo de pescados y mariscos, contribuye a disminuir la fatiga, prevenir problemas como la ansiedad, la depresión y el estrés, por lo que los nutricionistas recomiendan su consumo regular, acompañado de manera proporcional con otros alimentos como frutas, verduras, y llevar una vida saludable.
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