AFP
La superestrella del rap Kanye West consiguió sorprender el martes incluso en este inusual año político: se reunió con el presidente electo Donald Trump en su primera aparición desde una supuesta crisis nerviosa que lo dejó varios días en el hospital.
West, uno de los pocos artistas y una de los poquísimas celebridades afro-estadounidenses en manifestar públicamente su apoyo a Trump, dijo que visitó al presidente electo para discutir temas que inquietan a las minorías.
Acompañado de un séquito que incluyó a su propio camarógrafo, un inusualmente taciturno West se dejó ver en el vestíbulo de la Trump Tower de Nueva York al término del encuentro con el propio magnate, quien dijo que ambos hablaron de "la vida".
"Solo amigos, solo amigos. Es un buen hombre. Amigos durante un largo tiempo", dijo un visiblemente optimista Trump.
West, que vestía un abrigo deportivo negro y entallado, quedó de brazos cruzados mientras los periodistas lo acribillaban a preguntas, incluido si cumpliría su promesa de presentarse a las presidenciales de 2020, presumiblemente desafiando la reelección de Trump.
"Solo estoy aquí ahora para sacarme una foto", dijo finalmente antes de sonreir y levantar el pulgar.
Luego acudió al medio favorito del líder populista, Twitter, donde explicó que discutió "temas multiculturales" con Trump como el acoso, la educación y la violencia en su ciudad natal de Chicago.
"Siento que es importante tener una línea directa de comunicación con nuestros futuro presidente si queremos realmente el cambio", escribió.
Y en una muy escueta respuesta apreguntas sobre sus propias aspiraciones electorales, tuitéo "#2024″, o después de un teórico segundo mandato de Trump.
– Reunión tras colapso nervioso –
El sitio de entretenimientos E! News dijo que Trump quería nombrar a West como "una suerte de embajador" involucrado en "liderazgo empresarial".
Citando una fuente anónima cercana a West, E! News dijo que Trump lo llamó porque cree que el rapero -que este año dijo que debía 53 millones de dólares- era "un gran modelo a la hora de hacer negocios".
West dejó atónita el mes pasado a una audiencia en California al decir que no votó a Trump, pero que lo hubiera apoyado porque aprecia la franqueza del magnate inmobiliario.
Poco después, West fue internado en un hospital tras una serie de erráticos comentarios en el escenario, incluidos una denuncia de que su colaborador esporádico Jay Z estaba enviando sicarios para matarlo y ataques al fundador de Facebook Mark Zuckerberg por no pagarle 53 millones de dólares para que alivie su deuda personal.
El sitio web de celebridades TMZ dijo que el médico de West temía que hubiese sufrido una crisis nerviosa y que el músico voló luego a Nueva York a consultar un psiquiatra.
La esposa del rapero, la famosa estrella de telerrealidad Kim Kardashian, no estuvo presente.
– Estilos similares –
El diario The New York Post informó que Trump se reunirá asimismo con el tenor italiano Andrea Bocelli, que el jueves se presentará en el Madison Square Garden, y le pedirá que toque en su inauguración.
Solo un puñado de artistas apoyaron a Trump, que ganó aprovechando principalmente el descontento de hombres blancos de clase trabajadora luego de una campaña en la que excorió a los mexicanos, a los musulmanes y a otras minorías.
West hizo campaña antes por el presidente saliente Barack Obama y acusó al presidente George W. Bush de no interesarse por los afroestadounidenses en la tardía respuesta al huracán Katrina.
El artista de 39 años fue también uno de los primeros en el ambiente del hip-hop en hablar con convicción contra la homofobia.
Pero West ha sido comparado últimamente con Trump, ya que se deleita en comentarios que le enaltecen y en criticar las reglas del "establishment".
West se ha comparado a Michelangelo y ha denunciado que los Grammys están amañados, amenazando con boicotear los premios de la industria de la música si no es nominado para Mejor Álbum del Año. No fue nominado para esa categoría, aunque sí en otras ocho.