La noche del 13 de diciembre, en el estadio El Campín de Bogotá, J Balvin transformó su concierto en un espacio de confesión. Antes de que comenzara el espectáculo, el artista compartió con los asistentes una experiencia que lo marcó profundamente. Con su estilo directo, reveló: "A mí me dio un infarto en el concierto de Medellín. Hablo de verdad marica que me dio un infarto... El médico me dijo, perro, se va a morir ya o qué va a hacer". Esta declaración, hecha frente a cerca de 40.000 personas, generó un impacto inmediato y dejó en evidencia los extremos físicos a los que se sometió.
Síntomas de Alerta y una Solución Improvisada
J Balvin describió con detalle los síntomas que experimentó durante su agotadora presentación en Medellín el pasado 29 de noviembre. Relató que, en medio del concierto, comenzó a sentirse mal: "Me empezé a marear, ya no podía ver. O sea, estás en medio de un escenario 360 y solo veía todo negro". Agregó que se sentía pálido y que en un momento quedó "completamente congelado". Al ser revisado por un médico, su pulso registró 190 latidos por minuto, una frecuencia muy por encima del rango normal y clínicamente peligrosa. Para estabilizar sus niveles de glucosa, recurrió a una medida urgente: comer seis helados o postres helados.
Un Concierto Épico y Agotador
El incidente ocurrió durante el concierto "Made in Medellín: Ciudad Primavera", un espectáculo que se extendió por aproximadamente siete horas, hasta las 3:00 a.m., y en el que el artista interpretó cerca de 80 canciones. El show, calificado por el mismo Balvin como "brutal", contó con la participación de numerosos invitados internacionales y representó un esfuerzo físico extremo para el cual admitió que su cuerpo no estaba completamente preparado.
Lecciones Aprendidas: Mayor Precaución para Bogotá
Tras la experiencia en Medellín, J Balvin y su equipo tomaron medidas estrictas para su siguiente presentación en Bogotá, ciudad que presenta el reto adicional de la altura. El artista viajó con mayor antelación para aclimatarse y aseguró contar con un equipo médico permanente y una preparación más robusta durante el show en el estadio El Campín. Estas precauciones demostraron un aprendizaje inmediato de la crisis vivida semanas antes.
Un Momento Familiar en Medio de la Vulnerabilidad
El concierto en Bogotá también estuvo marcado por un emotivo momento familiar que contrastó con la gravedad de la confesión inicial. En pleno espectáculo, J Balvin fue sorprendido por la aparición en el escenario de su pareja, la modelo Valentina Ferrer, y de su hijo Río, quien estaba disfrazado de "EsPaisaMan", una versión local de Spiderman. La imagen del artista observando a su familia mientras el público ovacionaba cerró una noche que mezcló revelaciones personales, celebración musical y una reflexión sobre los límites físicos de los artistas.
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