AP
El Aeropuerto Internacional Kennedy de Nueva York estrenó un protocolo de control reforzado que comprueba la temperatura de todos los viajeros procedentes de África occidental, como parte de los esfuerzos para frenar la expansión del brote de ébola y que hasta el momento ha matado a más de 4.000 personas.
La medida de control a los viajeros procedentes de los tres países africanos más afectados por el ébola comenzó el sábado en el Kennedy y a lo largo de la próxima semana se ampliará a los aeropuertos Liberty de Newark; Dulles de Washington, O’Hare de Chicago y el Hartsfield-Jackson en Atlanta.
Funcionarios de aduanas dijeron que unas 150 personas viajan diariamente entre Liberia, Sierra Leona y Guinea y Estados Unidos, y cerca del 95% tiene uno de estos cinco aeropuertos como primer destino.
No hay vuelos directos entre Estados Unidos y estas tres naciones africanas, pero responsables de Seguridad Nacional dijeron la semana pasada que pueden rastrear dónde inician su viaje, incluso aunque realicen varias escalas. Aerolíneas de Marruecos, Francia y Bélgica siguen viajando hacia y desde África occidental.
El presidente Barack Obama dijo el miércoles que las nuevas medidas de control son un refuerzo para apoyar las protecciones existentes. Agentes de la Patrulla Fronteriza ya buscan a gente que parezca obviamente enferma, al igual que la tripulación de los vuelos, y los pasajeros procedentes de la región africana están siendo examinados.
Los trabajadores sanitarios en el aeropuerto Kennedy emplearán termómetros sin contacto para tomar la temperatura a los viajeros que lleguen de África occidental; quienes presenten fiebre serán entrevistados para determinar si pudieron haber estado en contacto con alguien infectado de ébola. Existen áreas de cuarentena en cada uno de los cinco aeródromos para ser utilizadas en caso de ser necesario.
Funcionarios sanitarios esperan falsas alarmas motivadas por viajeros que tengan fiebre por otras dolencias. El ébola no es contagioso hasta que comienzan los síntomas y se transmite a través del contacto directo con los fluidos corporales de los enfermos.
El protocolo reforzado en los aeropuertos estadounidenses quizás no habría bastado para identificar a Thomas Eric Duncan cuando llegó de Liberia el mes pasado porque no presentó síntomas durante el viaje. Duncan, la primera persona diagnosticada con ébola en Estados Unidos, falleció el miércoles en Dallas.
Expertos dicen que el gobierno federal tiene autoridad suficiente para examinar a los pasajeros y ponerlos en cuarentena si es necesario.
2014-10-11