Conocer tu tipo de piel es el primer paso esencial para cuidarla correctamente. Esta puede clasificarse en cinco tipos (más la piel madura) y cada uno tiene características particulares, así como cuidados recomendados.
Para darle el cuidado que merece, es necesario hablar de cada una de ellas, y conocerlas a profundidad.
Comenzamos con la piel mixta. Esta combina dos tipos: en la zona T (frente, nariz y barbilla) suele presentar un brillo excesivo y aparición de impurezas, mientras que las mejillas tienden a estar más normales o incluso secas.
La piel seca carece de hidratación y lípidos. Puede sentirse tirante, áspera o incluso presentar descamaciones. Es menos elástica y más vulnerable a los efectos del clima o factores externos.
Por su parte, la piel normal es aquella que se considera “equilibrada”: es suave, elástica, con poros pequeños, sin tendencia marcada hacia grasa o sequedad, con una tonalidad saludable.
Cuando se produce más sebo del que es necesario se le cataloga como piel grasa. Esto puede originar brillo persistente, poros dilatados, y predisposición a granos o impurezas.
La piel sensible reacciona con facilidad a estímulos externos (sol, viento, productos químicos o perfumes). Tiende a enrojecerse, a sentirse tirante o a picar con facilidad.
Por último, pero no menos importante, está la piel madura. Esta es el tipo de piel que con el tiempo envejece: disminuye su elasticidad, pierde hidratación, aparecen líneas de expresión, arrugas y manchas. Este tipo no es exactamente “un tipo desde el inicio”, sino una fase que muchas pieles alcanzan con la edad.
¿Cómo cuidar cada tipo de piel?
La marca alemana de productos de cuidado de la piel, Nivea, asegura que cada tipo necesita un cuidado diferente, y hoy te los presentamos.
Mixta
Haz una limpieza profunda pero delicada, especialmente en la zona T. Usa agua tibia. Aplica una crema hidratante ligera, en la cantidad adecuada y productos formulados específicamente para piel mixta.
Seca
Además de usar cremas nutritivas, Nivea recomienda beber suficiente agua (alrededor de 2 litros diarios), llevar una dieta equilibrada y garante de lípidos saludables. Usar cremas de día que incluyan protección solar. Incorporar sérums y productos enriquecidos con aceites naturales para aliviar la sequedad.
Normal
Mantén una rutina regular: limpieza diaria, hidratación de día y de noche, y una exfoliación suave una o dos veces por semana para eliminar células muertas. Usa crema para contorno de ojos con suavidad para estimular la circulación.
Grasa
Opta por limpiadores antibacterianos suaves, geles ligeros o productos con efecto matificante. Evita fórmulas demasiado grasosas. Es importante controlar el exceso de sebo sin resecar demasiado la piel, para no desencadenar una reacción compensatoria.
Sensible
Utiliza productos sin perfume, fórmulas suaves y calmantes. Al limpiar, seca la piel con toques suaves en lugar de frotarla. Protege siempre frente a factores externos. Evita alimentos o cosméticos agresivos que puedan desencadenar irritaciones.
Madura
Da prioridad a la protección solar, ya que la radiación UV acelera el envejecimiento. Usa contorno de ojos específico, máscaras nutritivas con aceites de calidad, cremas que estimulen la regeneración celular y nutrición intensiva para atenuar arrugas y manchas.
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