El aceite de lavanda forma parte de los imprescindible en la rutina de belleza de algunas féminas, pues posee propiedades calmantes y regenerativas que cuidan la piel. Este aceite se utiliza principalmente para tratar pieles irritadas, quemaduras solares y heridas, debido a que promueve la cicatrización y regeneración celular.
Además de este producto, existen otros aceites como el de romero y el de eucalipto, por ejemplo, que favorecen el cuidado de la piel, aportándole brillo y vitalidad.
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Pero, si estás buscando estimular el colágeno y rejuvenecer la piel, opta por el uso del aceite de centella asiática, un producto que, según los expertos, posee excelentes propiedades cosmetológicas. Es rica en ácidos grasos, vitaminas y aminoácidos.
¿Para qué sirve el aceite de centella asiática?
Este producto está recomendado especialmente para tratar la piel seca, envejecida o con arrugas, ya que tiene el poder de regenerar, proteger, nutrir y cicatrizar. Además, ayuda a difuminar las manchas producidas por el acné, estimular la regeneración de tejidos y mejorar la elasticidad.
¿Cómo funciona en la piel?
El uso de este aceite sobre la piel mejora la circulación sanguínea favoreciendo la recuperación de las pieles dañadas, incluido el disimulado de las celulitis. También parece aumentar la producción de colágeno, porque ayuda en el proceso de sanación y cicatrización de heridas.
Por otra parte, sus compuestos activos regulan el contenido en fibroplastos y actúan como antioxidantes que estimulan y aumenta la producción de colágeno, logrando el rejuvenecimiento de la piel. En otras palabras, el uso de este aceite retrasa el envejecimiento y permite lucir una piel de aspecto más joven, firme e hidratada.
En acción
La recomendación es aplicar una pequeña cantidad sobre las manos y esparcir de manera uniforme sobre el rostro, el cuello y zonas con estrías, celulitis y heridas.
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