Las japonesas han utilizado este método en su rutina de skincare desde hace siglos debido a sus beneficios para la piel. Nos referimos al agua de arroz, considerado un remedio natural con múltiples beneficios para el rostro.
Rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, esta agua ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, reduciendo signos de envejecimiento. Suaviza, hidrata y equilibra la producción de grasa, lo que la hace ideal para pieles grasas y sensibles. Además, contiene propiedades antiinflamatorias que calman irritaciones y enrojecimientos.

También ayuda a aclarar manchas y unificar el tono de la piel, proporcionando un cutis más luminoso. Su uso constante puede fortalecer la barrera cutánea, protegiéndola de factores externos. Es una opción económica y natural para el cuidado facial.
Agua de arroz
Para prepararla, enjuaga media taza de arroz para eliminar impurezas y luego déjala reposar en una taza de agua durante 30 minutos. Remueve y cuela el líquido. Guarda el agua en un frasco y refrigérala por hasta una semana.
Aplícala con un algodón o atomizador sobre la piel limpia, dejándola actuar por 20 minutos antes de enjuagar con agua tibia. Para mejores resultados, úsala diariamente. Suaviza, ilumina y unifica el tono gracias a sus propiedades aclarantes y regeneradoras.
Además, el agua de arroz calma la piel irritada y ayuda a reducir la producción de grasa. Es ideal para pieles sensibles y puede complementar tu rutina de cuidado facial de forma natural.
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