El cabecero de la cama es ese elemento esencial en cualquier habitación, no solo por su funcionalidad al proteger la pared, sino también por el impacto estético que le otorga al lugar.
En la actualidad, existe una amplia gama de cabeceros que se adaptan a diferentes estilos y necesidades, por ejemplo, los hay de madera, aluminio, hierro forjado, tapizados, entre otros.
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Cada uno, añade un toque de elegancia, sofisticación, comodidad y distinción, para satisfacer diversos gustos.
¿Por qué instalar un cabecero?
Este elemento decorativo de buen gusto, permite que se adapta a la perfección al diseño de la habitación, aporta estilo al dormitorio, facilita la limpieza de la pared y sirve de respaldo al momento de ver televisión o leer.
También evita el roce de la cabeza con la pared y previene que las almohadas y cobijas se metan entre la pared y la cama; favoreciendo así un descanso reparador.
¡Decídete!
Según tu estilo y decorado general de la habitación, puedes optar por cabeceros de:
- Tapizados. Están disponibles en una variedad de colores, texturas y hasta estampados, que permiten elegir el que mejor se adapte a todo el conjunto de la recama.
- Madera. Este es quizás el más común, sin embargo, la opción que está en tendencia es ubicar láminas de madera hasta el techo. Pueden ser verticales o diagonales según tus referencias.
- Papel pintado unicolor o estampado, y enmarcado en una cuadrícula de madera.
- Composición de pequeños cuados.
- Vinilos estampados con paisajes o mensajes.
- Colocar en la pared del cabecero una especie de repisa para tu biblioteca personal.
- Ratán. Ofrecen opciones más ligeras y orgánicas, que facilitan crear un ambiente sereno y acogedor.
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