Un estudio realizado por la Universidad de Münster, en Alemania, ha identificado dos hormonas clave que podrían desempeñar un papel fundamental en la prevención del envejecimiento y la aparición de canas.
Un estudio realizado por la Universidad de Münster, Alemania, investigó cómo las hormonas melatonina y la hormona estimulante de melanocitos influyen en el envejecimiento de la piel y el cabello, específicamente en la formación de arrugas y la aparición de canas.
“Algunas de las hormonas que estudiamos tienen propiedades antienvejecimiento y podrían utilizarse en el futuro como agentes para prevenir el envejecimiento cutáneo”, afirma Markus Böhm, autor del artículo.
Estas hormonas desempeñan un papel clave en la regulación de los procesos celulares, lo que ha llevado a los científicos a explorar su impacto en la apariencia y salud de la piel y el cabello.
Resultados de la investigación
Los investigadores estudiaron las hormonas clave que controlan el envejecimiento, como el factor de crecimiento similar a la insulina 1, la hormona del crecimiento, los estrógenos, los retinoides y la melatonina
La melatonina es una hormona producida principalmente por la glándula pineal y es conocida por su papel en la regulación del ciclo del sueño. Sin embargo, también posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden contribuir a la protección de la piel contra el envejecimiento prematuro.
En el estudio, los investigadores observaron que la aplicación tópica de melatonina en la piel ayudaba a reducir el estrés oxidativo, uno de los principales factores responsables de la formación de arrugas. Además, la melatonina favorecía la producción de colágeno y elastina, dos proteínas fundamentales para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.
Por otro lado, la hormona estimulante de melanocitos (MSH) es una sustancia que regula la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel y el cabello. A medida que las personas envejecen, la producción de melanina disminuye, lo que da lugar a la aparición de canas.
Dicho estudio también encontró que la MSH tenía un impacto directo en la activación de los melanocitos, las células encargadas de producir melanina. La administración de esta hormona en modelos experimentales promovió la producción de pigmento en los folículos capilares, retrasando así la aparición de canas.
Los hallazgos sugieren que tanto la melatonina como la MSH podrían desempeñar un papel importante en la prevención del envejecimiento cutáneo y capilar.
Mientras que la melatonina protege la piel del daño oxidativo y mejora su elasticidad, la MSH contribuye a mantener la pigmentación del cabello. Estos resultados abren nuevas posibilidades en el desarrollo de tratamientos antienvejecimiento, como cremas o suplementos que incluyan estas hormonas para mitigar los efectos del envejecimiento en la piel y el cabello.
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