Karen Ramírez | [email protected]
A la salida del concierto de Desorden Público, ayer a las 12:00 de la medianoche, nadie desocupó los alrededores del Centro Cultural BOD, donde el grupo de ska más importante de Venezuela realizó tres shows a casa llena. Fanáticos de todas las edades esperaban que los integrantes desordenados, que no ofrecían un recital en el país desde hace un año, pasaran por ahí para pedirle una selfie, un saludo o por lo menos abrazarlos.
Desorden ofreció un recital con sus canciones viejas y nuevas, pero también con una energía que hizo que los asistentes pasaran tres horas de pie, bailando ska y otros ritmos, como el joropo tuyero.
“Yo no olvido el año viejo”, de Tony Camargo, cerró el espectáculo navideño que se paseó entre economía, política, celebración, nostalgia y exaltación de las raíces criollas. Le antecedió “Valle de balas”, y con ella el mensaje claro y conciso de Horacio Blanco, voz líder, hacia el Gobierno nacional: “Que no acaben con nuestro optimismo… Ya, pana, que se vayan”.
“Capaz no volvamos a verlos en mucho tiempo. Capaz alguno de nosotros se vaya del país pronto o incluso ellos no vengan”, dijo un seguidor de vieja data de la banda, que empezó a hablar con un desconocido que también fue al evento y al que le dijo: “Una canción icónica es ‘Valle de balas’. Quien no se la tripee, no se tripea nada”.
En el set list resaltaron también “Mal aliento”, “Combate”, “Allá cayó”, “Música de fiesta”, “Ska mundo ska”, “Zapatos nuevos” y “La tierra tiembla”.
“Desde junio estamos haciendo tours por Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica, Panamá, México, España, Portugal… Una de las cosas más bonitas que nos ha tocado este 2017 fue encontrarnos con los venezolanos que están por el mundo”, expresó Horacio, a eso de las 11:00 de la noche.
Resaltó la hospitalidad y cariño con que fueron recibidos en todos los países que visitaron. “En todos lados, la gente local nos ha tratado con hospitalidad y cariño; y eso nos hace recordar que este país, hace 30, 40 y 50 años atrás, recibía colombianos, portugueses, italianos, españoles con los brazos abiertos”. Contó, además, que en una señora lusitana que vivió varias décadas en nuestro le cantó el “Alma llanera” con su acento bien marcado en su restaurante de arepas, al conocer su procedencia. “Las arepas ahora son comida de gusto mundial”, observó.
La anécdota fue propicia para pedirle a los presentes que le enviaran un mensaje de Felices Fiestas a los paisanos que están fuera de nuestras fronteras, y llevar la venezolanidad en mayúscula para iluminar con el bien. “Esta canción está inspirada en ellos, que tanto queremos, y también para nosotros, que estamos acá. Es una canción que habla de un lazo indestructible, poderoso, que es el lazo de ‘Los que se quedan, los que se van’”.
“Amparito”, de Ricardo Portillo; “Guarachando”, de Billo’s Caracas Boys; “Cristo Navaja”; “A mí me gusta el desorden”; “Cementerio de mis amores” y “El ermitaño” también se escucharon.
Grammy. Más o menos a las 10:30 de la noche, Horacio Blanco se tomó unos minutos para compartir la alegría de ser nominados al Grammy 2018.
“El álbum que lanzamos hace exactamente un año llamado ‘Pa’ fuera’ fue nominado al Grammy, Es una maravillosa noticia y les voy a contar algo: toda la vida pensamos que eso era una mafia, que había que tener billete, un embajador, pero es mentira. Uno de los panas de C4 Trío mandó 25 copias al Grammy gringo… Estamos nominados en la categoría de mejor disco alternativo/mejor Latin Rock y compartimos ahí con otra banda venezolana, que es Amigos Invisibles, o sea, que hay 40% de posibilidades de que el Grammy se quede acá”.
“Los zombies están de moda”, “Danza de los esqueletos”, “Molotov love”, “Canto popular de la vida y muerte”, “¿Dónde está el futuro?” fueron coreadas a partir de las 9:30 de la noche con tanta fuerza que a ratos la voz de Blanco no se escuchaba.
Mientras tanto, “Gorilón” fue dedicada a “los demagogos, populistas y militares”.
También hubo espacio para recordar a Blanquito Man, vocalista de King Changó que murió semanas atrás. “Viva Blanquito Man”, gritó un asistente y fue respaldado por los aplausos de toda la sala.
“Todo está muy norma” y “Esto es ska” fueron las abridoras de un performance que inició poco después de las 9:00 de la noche.
Desconocemos si hubo espacio para el selfie, el saludo o los abrazos, pues a las 12:30 de la medianoche ninguno de los integrantes de Desorden Público había asomado la cara y en el estacionamiento del recinto aguardaba una camioneta con las puertas abiertas, posiblemente esperándolos.
Lo cierto es que mientras los fanáticos aguardaban, contaban anécdotas de la Venezuela que retumbó con algunas de las canciones que sonaron ayer, pero 20 años atrás, y de la Venezuela de hoy, en la que esos temas siguen más vigentes que nunca.
2017-12-22