EFE
La serie de la BBC "Sherlock", una versión actualizada del personaje creado por Arthur Conan Doyle, vuelve con una tercera temporada para resolver nuevos misterios, como la "vuelta a la vida" del detective de la gorra de cuadros.
La primera entrega, "The empty herse" (El coche fúnebre vacío), se estrenará en Reino Unido el día de año y la cadena británica espera superar los diez millones de espectadores, una cifra que ya rebasó el estreno de la segunda temporada en 2012.
La serie, inspirada en las cuatro novelas y 57 relatos que componen el "canon holmesiano" del escocés Conan Doyle, regresa con tres entregas de 90 minutos cada una en la que responde a los misterios abiertos en el último capítulo, revela pistas sobre la vida personal de Sherlock y muestra un Watson enamorado a punto de casarse.
La ficción, que se estrenó en julio de 2010 con casi 10 millones de espectadores en el Reino Unido, traslada al Sherlock arrogante y soberbio de la Inglaterra victoriana al siglo XXI, que usa GPS mental y cambia la pipa por parches de nicotina pero sigue siendo el maestro de la deducción.
La producción recibió un Bafta en 2011 como la mejor serie dramática y el británico Martin Freeman, que encarna al doctor Watson, recibió el premio al mejor actor secundario por su papel de inseparable ayudante del célebre detective inglés, que en esta adaptación es un soldado que regresa de Afganistán.
Freeman, famoso por su papel del Hobbit Bilbo Bolsón en la trilogía de Peter Jackson, dijo en la presentación de la nueva temporada en Londres que este papel le gusta, es como "volver a caer en un abrigo viejo".
El actor de 42 años explicó que se han preparado muy a fondo para estos papeles: "sabemos a quién estamos interpretando", añadió.
El británico Benedict Cumberbatch, que encarna al enigmático y sagaz "Sherlock", dijo que está "encantado" con su interpretación y con la vuelta de la serie.
"Es un papel difícil pero me gusta el reto que supone", indicó Cumberbatch, de 37 años, que estrenó en octubre su papel como Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, con quién se mimetiza a la perfección en El quinto poder.
Pasaron dos años desde "La caída de Reichenbach", episodio en que Sherlock se suicidó desde un tejado, reinventando la caída desde las cataratas suizas del mismo nombre que se narra en la novela "El problema final", de 1893.
Durante este tiempo, Watson "rehace" su vida sin su mejor amigo, compañero de trabajo y de habitación, e incluso piensa en casarse, pero cuando parece convertirse en un ciudadano británico normal, lejos de asesinos e interrogatorios, regresa "el abrigo", la versión actualizada de la gabardina del detective, para encajar las piezas de su precipitada y enigmática despedida.
Uno de los dúos más famosos de la literatura, Sherlock Holmes y John Watson, con química dentro y fuera de la ficción, reabre la consulta de detectives en el 221B de Baker Street para cazar nuevos criminales y resolver los casos policiales de un Londres del siglo XXI, que poco tiene que ver con la ciudad que inspiró las historias de Coyle en 1887.
La trama televisiva conserva los juegos de pistas y los villanos de los libros, contratados por el archienemigo de Sherlock, James Moriarty, igual que aparecen los allegados del poco amigable detective: su hermano mayor, Mycroft, la casera señora Hudson, y algunos policías de Scotland Yard.
Después de resolver misterios sobre cadáveres envenenados, destapar redes de contrabando, salvar documentos comprometedores y frenar experimentos bioquímicos, "Sherlock" revelará nuevos enigmas, incluido el más esperado: cómo sobrevivió a "La caída de Reichenbach".
2013-12-28