AVN
La noche de este viernes, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela bajo la dirección del maestro Gustavo Dudamel, deleitó al público caraqueño, quien se dio cita en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música (Caspm), ubicado en Quebrada Honda, para disfrutar de un concierto gratuito, el primero de este nuevo año.
El evento estuvo pautado para las 6:00 de la tarde, sin embargo los asistentes comenzaron a llegar desde las 3:00 para conseguir un buen lugar y disfrutar un viernes de música clásica, sin tener que adquirir boletos a altos costos en una cita en la que Dudamel dirigió un concierto donde el romanticismo atrapó a un público que no pudo esperar que el venezolano músico bajara la batuta para comenzar a aplaudir.
El director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar dio inicio al evento con la interpretación de la obra musical La tempestad, del inmortal compositor europeo Piotr Ilyich Tchaikovsky, que logró erizar la piel de todos los asistentes, sobre todo la de quienes por primera vez acudían a la sala a presenciar una función de este estilo.
La combinación de todos los instrumentos musicales como violines, violanchelos, flauta, clarinetes y timbales, deleitó a los asistentes con la interpretación de Romeo y Julieta, que dejó sin aliento y ocasionó la ovación de pie de todo el público caraqueño.
La Sala Simón Bolívar se mantuvo en silencio todo el tiempo y sólo podía escucharse la respiración de los músicos, lo que por momentos daba la impresión de que el propio Dudamel bajaba la batuta y apreciaba, como si fuese uno más del público, la interpretación que hacía la orquesta de la obra.
Para cerrar el primer concierto del 2014, se interpretó Sinfonía Nº 4 en Fa Menor, Op. 36, también del músico Tchaikovsky, que dejó a los asistentes con las ganas de continuar escuchando música clásica.
Daniel Graterol, quien toca el corno, manifestó su satisfacción por la motivación del público de querer escuchar y asistir a este tipo de concierto. "Es bueno que la gente conozca esta cultura. Todos nos unimos para dar lo mejor y que todos disfruten de esto".
Añadió que su mayor reto antes de un concierto es: "tratar de tocar el alma y el espíritu de la otra persona. Cuando se toca la música es dar luz y alumbrar a las personas para que haya un cambio en este país".
Sábado, 11/01/20104