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A mediados de los 70 tuvo un gran éxito: grabó una suave balada para piano llamada "Ballade pour Adeline". A partir de entonces, el nombre del piansta francés Richard Clayderman (cuyo verdadero nombre es en realidad Philippe Pagés) comenzó a sonar en todo el mundo.
Este domingo 28 de diciembre, el célebre pianista cumple 60 años. Si bien ya no goza de la fama de antaño, sigue teniendo éxito en países como Alemania, donde, en su momento, llegó a vender 900.000 discos con "Ballade pour Adeline". El año que viene volverá a presentarse allí.
No tocará sólo temas viejos, sino algunos nuevos de su último álbum, "Romantique". El romaticismo de Clayderman es atemporal. Aunque sorprenda a más de uno, el rubio pianista de la "cara bonita" vendió con sus canciones ligeras más discos que Bob Dylan, Coldplay, Adele o Lady Gaga.
Desde hace más de 30 años, Clayderman toca canciones sentimentales como "Don’t Cry For Me Argentina", "How Deep Is Your Love" y "Yesterday". No le molesta que lo consideren un príncipe del romanticismo, ya que es un estilo que se corresponde con su personalidad.
Es una persona más bien tímida y un optimista eterno, según dice acerca de sí mismo. Apenas aparecen noticias suyas en los medios. La separación de su segunda esposa en 2003 pasó completamente desapercibida. No hubo "guerra de los Roses". La boda con su novia de años, Typhaine, hace tres años, se realizó en el más estricto secreto.
En privado, Clayderman escucha un poco de todo, desde música clásica hasta pop y rock. Sin embargo, en lo laboral, sigue fiel a su estilo suave. Le importan poco las críticas a su "música fácilmente deglutible". "Le regalo a las personas música bonita. ¿Debo avergonzarme por ello?", responde.
2013-12-26