Los talones secos y agrietados pueden ser incómodos y antiestéticos, pero con una rutina adecuada de cuidado, es posible mantenerlos suaves y saludables. Sigue estos trucos para evitar la resequedad y las grietas en tus pies.

1. Hidratación
La piel de los talones es más gruesa que la de otras partes del cuerpo, por lo que necesita hidratación constante. Usa a diario cremas con ingredientes como urea, glicerina, manteca de karité o aceite de coco para retener la humedad y suavizar la piel. Aplica la crema antes de dormir y usa calcetines de algodón para potenciar la absorción.
2. Exfoliación
Eliminar las células muertas ayuda a evitar la acumulación de piel seca. Exfolia regularmente tus talones de dos a tres veces por semana con una piedra pómez o un exfoliante a base de azúcar y aceite de oliva. También puedes usar productos con ácido salicílico o láctico para una exfoliación química más profunda.
3. Remojos
Sumergir los pies en agua tibia con sales de Epsom, vinagre de manzana o leche ayuda a suavizar la piel y facilita la eliminación de durezas. Un baño nutritivo de 15 minutos antes de exfoliar e hidratar puede marcar la diferencia.
4. Calzado adecuado
Los zapatos incómodos o abiertos en el talón favorecen la resequedad. Opta por calzado que brinde soporte y amortiguación para reducir la fricción y la presión en los pies.
5. Protección contra el clima
El clima seco y el frío pueden agravar la resequedad de los talones. En invierno, usa medias gruesas, y en verano, aplica protector solar en los pies para evitar el daño por el sol.
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