Si tienes varios niños pequeños en casa debes saber que cada uno es distinto al otro, y lo mismo ocurre con sus hábitos de sueño; no obstante, es fundamental que se les inculque la siesta, bien sea en la mañana o en la tarde, e incluso ambas, pues son necesarias para el buen funcionamiento del organismo y desarrollo físico y mental.
A medida que crecen, puede ser complicado que duerman la siesta, pero sin son menores de cinco años es vital que tomen mínimo el descanso después de la comida para mantener los niveles de energía en óptimas condiciones, el cuerpo funcione correctamente, además asimilen la información procesada durante el día.
No existe una cantidad de horas exactas para dichas siestas, algunos niños pueden recuperar energía con solo dormir 20 minutos, mientras que otros requieren de dos horas de sueño; lo verdaderamente importantes es que existan descansos diurnos para lograr un crecimiento sano, y evitar el llanto, irritabilidad, problemas de insomnio y hasta temores nocturnos.
Beneficios
– Reduce las tensiones y los mantiene tranquilos
– Mejora el humor, los hace menos irritables y lloran menos
– Estimula la creatividad y memoria
– Asimila mejor lo aprendido durante el día y aumenta el rendimiento en sus tareas
– Reduce la ansiedad, hiperactividad y depresión
– Previene enfermedades cardiovasculares
– Ayuda a crecer
¿Qué hacer?
– Proporciona un espacio y las condiciones adecuadas para dormir.
– Respeta los horarios y las actividades previas a la siesta para crear el hábito.
– Evita las siestas largas para que pueda dormir perfectamente durante la noche. No conviene eliminar la siesta como una solución para que duerma toda la noche. Y en caso de que esté durmiendo demasiado, despiértalo susurrándole al oído de forma cálida, poco a poco, y cógelo en brazos para que esté tranquilo y se sienta seguro. Cabe acotar, que despertarle no le causará ningún problema físico.
– Está atenta a su llamado en caso de que se despierte, pues si tardas, se sentirá olvidado y no querrá volver a dormir las siestas.
– Acuesta al niño en la cama o la cuna, cuando comience a frotarse los ojos, se ponga inquieto, etc., no esperes a que se duerma; esto le enseñará a conciliar el sueño por sí mismo.
– Procura que el niño duerma la siesta en el mismo lugar que lo hace por la noche.
– Evita que el niño se duerma después de las cuatro de la tarde, de lo contrario tendrá dificultades para conciliar el sueño durante la noche. La psicóloga Jodi Mindell, directora del Centro Pediátrico para los trastornos del sueño en el Hospital Infantil de Filadelfia, sugiere que se debe procurar que haya un espacio de por lo menos tres horas, entre la siesta de la tarde y la hora de irse a dormir por la noche.
Te puede interesar: https://2001online.com/zona3d/bienestar/limites-en-los-adolescentes/
¡El niño no quiere dormir!
En caso de que los niños no quieran dormir la siesta, debes ingeniártelas para crear las condiciones y lograr que duerma algunos minutos durante la tarde, porque no hacerlo, puede afectar el desarrollo de su cerebro, se corre el riesgo de problemas emocionales, retraso del lenguaje, e incluso se expone al sobrepeso y fallas de estatura; así lo han demostrado varias investigaciones realizadas a nivel mundial.
Según su edad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que niños y adolescentes cumplan con sus hábitos de sueño, tanto las siestas como el descanso nocturno para proteger su salud.
– Recién nacidos a 6 meses. Requieren de 16 a 20 horas de sueño durante el día.
– De 6 a 12 meses. Necesitan de dos siestas diarias que sumen entre tres y cuatro horas de descanso.
– Niños de 1 a 4 años. Demandan de una a tres horas de descanso, y se puede tomar en una sola siesta.
– Niños a partir de los 5 años. Puede que no tomen siesta, pero en caso de ser posible, se recomienda tomarla por la tarde, aunque sea de 20 a 45 minutos.
– Los niños mayores e incluso los adolescentes, necesitan mínimo una siesta diaria para seguir desarrollándose. Lo recomendable es que sea de máximo media hora para reponer energía.
Importante
– La siesta no es una costumbre, es una necesidad fisiológica.
– Según un estudio realizado en 2008 por la Universidad de Montreal, los niños que no duermen siestas podrían sufrir de sobrepeso e hiperactividad.
2021-01-04
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online