Las siestas tienen un poder reparador, éstas son mucho más que un simple descanso para los niños; son una herramienta esencial para su crecimiento. Implantar este hábito favorece la salud y bienestar, pues mejora el estado de ánimo y la autoestima, la creatividad y hasta la sociabilidad en los más pequeños de la casa.
En otras palabras, las siestas no solo son importantes para el desarrollo físico y mental de los niños, sino también para su bienestar emocional y social. Según diversos estudios, pueden tener efectos positivos en su comportamiento.
Conoce los beneficios de las siestas
- Ayuda al crecimiento: el sueño, incluyendo las siestas, juega un papel crucial en la liberación de la hormona del crecimiento, esencial para su desarrollo físico.
- Mejora el rendimiento escolar: estudios han demostrado que la falta de sueño puede estar relacionada con un peor rendimiento escolar y un mayor riesgo de retraso del lenguaje.
- Tranquiliza y disminuye la irritabilidad: un buen descanso durante el día puede ayudar a los niños a tener un carácter más calmado y evitar conductas de hiperactividad.
Además, es importante mencionar que la siesta puede ayudar a los niños a sobrellevar mejor el calor intenso, debido a que les permite relajarse y reponer fuerzas. También puede facilitarles conciliar el sueño por la noche, porque llegarán más relajados a la hora de dormir. Por otra parte, estas son esenciales cuando los niños estarán participando en fiestas o actividades en las que deban permanecer despiertos hasta entrada la noche, por ejemplo, cumpleaños o Navidad, ya que el descanso previo les permite recuperar la energía y evita que se tornen lidiosos e irritables.
El tiempo es importante
La duración de la siesta en los niños depende de su edad y sus necesidades individuales. Sin embargo, se pueden dar algunas recomendaciones generales basadas en la evidencia científica.
- Bebés de 0 a 3 meses: entre 14 y 17 horas de sueño al día, con varias siestas a lo largo del día y la noche.
- Bebés de 4 a 12 meses: entre 12 y 16 horas de sueño al día, con dos o tres siestas, siendo la más larga la del mediodía.
- Niños de 1 a 2 años: entre 11 y 14 horas de sueño al día, con una o dos siestas, siendo la más importante la del mediodía, que puede durar entre 1,5 y 2 horas.
- Niños de 3 a 5 años: entre 10 y 13 horas de sueño al día, con una siesta, que puede durar entre 1 y 1,5 horas.
- Niños de 6 a 12 años: entre 9 y 12 horas de sueño al día, sin necesidad de siesta, salvo que estén muy cansados o tengan algún problema de salud.
Es importante respetar el tiempo de sueño de cada niño, y no despertarlos ni alargarles la siesta más de lo necesario, porque podría afectar su sueño nocturno y su ritmo biológico.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube