Elisa Vegas afirma que: "hay una frase que la marca mucho: busquemos nuestros puntos en común y no las diferencias". Ella en un mundo de hombres se encuentra marcando pauta.
Elisa Vegas y encuentro con la música
En 1926, Antonia, una inmigrante holandesa que llegó a los 6 años a Estados Unidos, soñaba con convertirse en directora de orquesta. Pero su talento era ignorado por ser mujer. Pese a ello, desafió los prejuicios de la época y logró ser la primera mujer en conducir con éxito una orquesta sinfónica.
Elisa Vegas es pionera en un rol liderado por hombres. Desde 2005 fue directora musical de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao. En julio de 2017 es nombrada directora titular de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho.
Este nuevo peldaño alcanzado vino con mayor responsabilidad y se transformó en un gran reto. “Creo que el rol de la mujer directora no ha llegado a un momento de igualdad. Sin embargo, se está recorriendo el camino. A las mujeres nos toca buscar alternativas, quizá no tan tradicionales, y encontrar un nicho que esté dispuesto a cambios, a no hacer las cosas de manera habitual”, comenta.
Elisa y la Orquesta Sinfónica
Destaca que en la actualidad, hay mayor cantidad de mujeres estudiando Dirección Orquestal. Pero reconoce que a niveles profesionales, las grandes orquestas no invitan a mujeres a encabezar puestos de poder. “Pero creo que el cambio está sucediendo, poco a poco, muy lentamente, pero el cambio vendrá”, confía.
Como hija del productor y crítico musical Federico Pacanins, su casa siempre estuvo llena de música, arte y cultura. De pequeña asistía a clases de deportes, idiomas y música, por lo que esta última, terminó transformándose en su pasión. Desde los 5 años fue cultivando el amor por las melodías y con el transcurso del tiempo, esta relación fue creciendo.
No llegó a la música, la música siempre formó parte de ella
Así fue como el cariño, el respeto a la música y las ganas de aprender, le mostraron que ese era el camino que quería tomar. Elisa no recuerda un día en el que la música no haya sido lo más importante de su vida.
Un día, luego de terminar el bachillerato, ocurrió una gran revelación que le confirmó que había un trayecto marcado para ella. “En el momento de escoger la universidad, cuando llego a inscribirme en la Universidad Católica Andrés Bello y me preguntan qué carrera iba a inscribir, en mi cabeza algo me decía que iba a ser músico. Entonces vi a la persona de la taquilla, me disculpé y le dije que no iba a estudiar allí”, confiesa.
Así se dio cuenta de que no era el momento de ir a la universidad y que lo primero era terminar los estudios medios y avanzados de música, antes de hacer cualquier cosa con su vida. Luego, egresó de la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó summa cum laude en Artes, mención musicología.
El playlist de su vida
Una de las mayores protagonistas de su vida ha sido la música, una compañera para todo momento. La lista de reproducción de su vida es variada. Para Elisa, hay dos maneras de ver la música: la primera es la que tiene que estudiar y abordar desde la dirección orquestal, y la otra, es la que le sirve para distraerse y cambiar de ambiente.
La música académica, en primer lugar, forma parte del playlist de su vida. Compositores como Beethoven, y sobre todo Brahms, son quienes han estado acompañándola siempre. “Pero la música latina también es un complemento importante. Desde pequeña me han gustado mucho los boleros, y por la casa, el jazz. De la música venezolana, la villera y Aldemaro Romero”, destaca.
Estar rodeada de música ha hecho que su vida gire en torno a ella. Se ha convertido en su pasión, su trabajo y su forma de vida. Pero asegura que hay placeres que disfruta mucho, como pasar tiempo con la familia y los amigos cercanos, bailar, leer y viajar.
Z3D: Desde niña siempre estuviste rodeada de música, ahora que diriges una orquesta, ¿cómo ha sido presentarte ante jóvenes que admiran tu trabajo?
EV: Desde que asumí la dirección de orquesta ha sido una gran responsabilidad. Ciertamente en mi carrera he dirigido orquestas infantiles, juveniles, hasta profesionales, y más allá de la labor musical que haces, es una responsabilidad ser un modelo para la sociedad. Desde la música uno puede proponer una programación artística que genere bienestar en la sociedad, esperanza y que muestre que se pueden hacer las cosas bien.
El lenguaje universal
Z3D: La crisis que atraviesa el país, aunado a la pandemia por COVID-19, ha dificultado el acceso a la cultura. ¿Cuán importante o necesario crees que es la música para los venezolanos?
EV: La música es importante y necesaria para el hombre. Todas las personas tenemos la música presente en nuestras vidas. Es un lenguaje universal que nos lleva a lugares del alma donde ningún otro arte ni ninguna otra cosa nos lleva. No solamente los venezolanos, sino la humanidad, necesita de música, como necesita del alimento, por ejemplo. Para mí siempre ha sido importante, y lo entendemos así en la Gran Mariscal de Ayacucho. En pandemia fue necesario migrar a las plataformas digitales, que nos han permitido hacer muchos espectáculos online. Ahorita estamos volviendo a los escenarios, poco a poco, con grupos más pequeños. El encuentro, alrededor de la música, de las artes, es necesario para cultivar el alma y poder seguir adelante. El venezolano tiene un día a día que es muy cuesta arriba y cuando hace una pausa para encontrarse y ver un espectáculo de calidad, no solamente lo disfruta, esto genera una esperanza.
Elisa vegas: me motiva dirigir
Z3D: Decidiste quedarte en un país del que millones han decidido irse. ¿Qué te mueve a seguir estando aquí?
EV: Me mueve saber que cuando dirijo la sinfónica Ayacucho, hago conciertos con propósito. No se trata solamente del mero hecho artístico de ofrecer al público una gran obra, sino que se trata de que a través de nuestro arte, de nuestra orquesta, le mostramos al venezolano que las cosas se pueden hacer bien. Recuperar y tomar, con arte, el espacio público. Poder lograr que la ciudad sea un punto de encuentro. Y lo que más me motiva, es que a través de la cultura, el arte y el deporte, los venezolanos podemos encontrarnos. El estar en Venezuela termina siendo una decisión, porque ciertamente estando afuera, podría hacer conciertos que podrían beneficiarme a mí, pero cuya trascendencia no es tan grande como estar trabajando para mi país, con el que cada hecho artístico, cada espectáculo, trae consecuencias positivas.
Z3D: ¿Crees que a través de la música y la cultura se puede lograr un cambio en las sociedades?
EV: Totalmente, porque es un punto de encuentro natural dentro de las diferencias.
Z3D: ¿Qué mensaje le envías a los jóvenes que ven en la música una motivación para salir adelante?
EV: No pierdas la motivación y el foco. Para ser músico hay que trabajar muy duro. Hay que saber que hay momentos que nos van a retar y que van a requerir de muchísimas horas de trabajo y estudio, pero que valen la pena. Jamás pierdan la creatividad. Uno mismo puede hacer de su entorno algo bueno. Seamos creativos, mantengamos la mente despierta para poder tomar las cosas buenas que nos ofrece lo que nos rodea. El cambio y el estar bien, comienza por uno mismo.
Por Wanda López Agostini/Fotos: Anastasia Camargo
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