Conservar el queso fresco es muy importante porque nada más delicioso y saludable que consumir alimentos en buenas condiciones; y este no es la excepción.
El queso, independientemente de su variedad, es un alimento tipo lácteo que conforme pasan los días, adquirirá una textura y sabor diferente.
Partiendo de ello, es fundamental conocer el tipo de queso para estar pendiente de su caducidad, porque si se pone malo, puede resultar dañino consumirlo.
¿Qué debes saber para conservar el queso fresco?
Un aspecto importante a tener en cuenta al momento de comprar el queso, es que un queso fresco no se parece a uno curado, ni uno de pasta blanda a otro de pasta dura.
En tal sentido, la manera en que se deben conservar para que no pierdan sus propiedades, va a variar según su tipo.
Expertos señalan que, cuanto más curado esté el queso, mayor tiempo durará si se conserva de la manera correcta; mientras que, a menor curación, más rápidamente se echará a perder.
Por lo tanto, además de atender la fecha de caducidad del queso, se debe guardar de la manera recomendada; ya que no es igual guardarlo en la nevera, que en una quesera sobre una mesa en la cocina.
Cabe destacar que, para conservar el queso fresco de manera óptima es evitando el exceso de humedad, razón por la que se sugiere colocarse siempre en recipientes cerrados o cubiertos con papel film.
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En casa
Cuando se trata de guardar el queso que compraste y que dure en buen estado el mayor tiempo posible, se recomienda en primer lugar diferenciar el tipo del que se trata y, en segundo lugar, conocer su fecha de vencimiento.
Una vez conozcas estos aspectos procede a poner en práctica los siguientes métodos:
El queso fresco debe guardarse en la nevera porque se trata de una variedad que aguanta muy poco en buen estado. Si no lo consumes rápidamente y observas que se está empezando a oxidar, le ha salido moho y tiene un tono amarillento, evita consumirlo.
Si compras queso de pasta blanda como mozzarella, brie, camembert o feta, debes guardarlos en la nevera. Estos a diferencia de los quesos frescos tardan más en ponerse malos.
Otra recomendación es que una vez abierto el empaque se consuma todo el queso, en caso contrario, guarda lo que sobra en el empaque original dentro de la nevera. Además, evita congelar el queso de pasta blanda porque al descongelarse perderá su textura y esponjosidad.
Los quesos semiduros como el gruyere y el gouda, se pueden conservar en la nevera hasta tres semanas; solo debes guardar en el empaque original o en bolsas de plástico, bien cerradas. Esto es posible gracias a que la bolsa de plástico deja que el aire circule y evita que el queso se ponga seco.
También puedes congelarlo para que dure mucho más tiempo, no obstante, no debe conservarse así por mucho tiempo.
Al comprar quesos de pasta dura se recomienda envolverlos en papel de estraza o en papel encerado, para que el queso transpire y no se seque. También se puede congelar, pero ten presente que al descongelarlo puede tomar un sabor diferente al original y se desmenuzará al cortarlo.
Finalmente, para conservar el queso rallado, se recomienda mantenerlo en bolsitas con cierre hermético y guardarse en la nevera tratando de que no quede aire dentro.
Importante
Para conservar el queso en la nevera, opta por ubicarlo en la bandeja del medio y preferiblemente en la parte delantera que es más fría. Incluso, se puede meter en el cajón de las verduras.
De igual manera, se sugiere sacar el queso de la nevera un rato antes de consumirlo para que se pueda disfrutar de todo el sabor.
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2024-04-10
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