Limpiar un ventilador de pie es esencial para mantener su eficiencia y evitar la acumulación de polvo, lo que podría afectar la calidad del aire en tu hogar. Aquí te explico cómo hacerlo de manera fácil y efectiva:
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Para hacerlo cómodamente, solo necesitarás un destornillador (si es necesario para desmontar las rejillas), un paño suave o un trapo de microfibra y agua y jabón suave. También vas a necesitar un cepillo de cerdas suaves, una aspiradora con boquilla de cepillo (opcional) y un spray de aire comprimido (opcional).
Pasos para limpiar el ventilador de pie
Desconecta el ventilador: para evitar cualquier accidente, asegúrate de desenchufarlo antes de comenzar la limpieza.
Desmonta las partes desmontables: la mayoría de los ventiladores de pie permiten retirar la rejilla frontal y las aspas. Si es necesario, usa un destornillador para quitar la rejilla.
Limpia las aspas: usa un paño humedecido en agua con jabón suave para limpiar cuidadosamente las aspas. Asegúrate de eliminar todo el polvo y la suciedad. Si las aspas están muy sucias, puedes sumergirlas en agua jabonosa y luego secarlas completamente.
Limpia la rejilla: puedes usar el mismo paño o un cepillo para llegar a las áreas más difíciles. Si tienes una aspiradora con boquilla de cepillo, puedes usarla para quitar el polvo acumulado.
Limpia el motor y la base: con un paño seco, limpia la parte del motor y la base del ventilador. No uses agua en esta parte, ya que podría dañar el motor.
Vuelve a armar el ventilador: una vez que todas las piezas estén secas, vuelve a ensamblar el ventilador.
Frecuencia de limpieza
Lo ideal es limpiar el ventilador cada tres meses si se usa regularmente. Si el ambiente es muy polvoriento, puedes hacerlo una vez al mes para evitar acumulaciones importantes.
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