Elegir una mascota para un niño con una enfermedad neurodegenerativa es una decisión importante, ya que el animal no solo brindará compañía, sino que también puede mejorar su bienestar emocional y estimular sus sentidos. La mejor opción dependerá de las necesidades específicas del niño, su nivel de movilidad y la progresión de la enfermedad.

Perros de terapia
Los canes de terapia o asistencia pueden ser una excelente opción. Razas como el Golden Retriever y el Labrador son conocidas por su temperamento amigable y su capacidad de aprender comandos específicos. Estos perros pueden ayudar a los niños con movilidad reducida a recoger objetos, brindar apoyo emocional y fomentar la interacción social. Además, la simple acción de acariciar a un perro puede reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
Gatos
Si el niño no puede cuidar de un perro o su condición no permite paseos regulares, un gato puede ser una alternativa ideal. Los gatos son independientes, requieren menos mantenimiento y pueden ofrecer consuelo con su ronroneo, que se ha demostrado que tiene efectos calmantes.
Peces
Para niños con movilidad muy limitada, un acuario con peces de colores puede ser una opción adecuada. Observar a los peces nadar puede ser relajante y estimulante a la vez. Además, un acuario no requiere interacción física directa, lo que lo hace ideal para familias que buscan una mascota de bajo mantenimiento.
Conejos y cobayas
Estos mamíferos pueden ser una alternativa intermedia. Son animales pequeños, dóciles y fáciles de manejar, ideales para niños que pueden interactuar con ellos en su regazo sin necesidad de esfuerzos físicos excesivos.
Fotos: Freepik
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