La decoración con cuadros en tonos blanco y negro puede parecer aburrida. Pero, es todo lo contrario ofrece equilibrio, sobriedad y un estilo moderno a las paredes sin importar el tamaño.
Estos dos colores son como el yin y el yan, en el feng shui juntos son una gran opción de diseño clásico.
Son fáciles de combinar, solo hay que tomar en cuenta los diseños y jugar con el ambiente en general.
Cuadro tipo mural
Si tienes un espacio en blanco grande y quiere embellecerlo con algo practico y original puedes optar por colgar un mural amplio del tamaño de la pared.
No solo será rápido de llenar ese espacio, sino que resaltará desde cualquier punto focal desde donde se mire.
Fotos en blanco y negro
Si eres las que le gusta colgar fotografías de la familia o de su artista preferido puedes imprimirlas en blanco y negro con un lindo marcos.
La composición en las fotos en blanco y negro son más impactante, ya que la ausencia de color las líneas, las texturas, los contrastes lumínico saltan a la luz y se hacen más evidentes.
Esos recuerdos quedarán más elegantes y llamarán la atención.
Funcionales
Estos dos colores son capaces de combinarse y adaptarse con cualquier otro color. Puedes jugar con los accesorios y mueblería que tienes en la sala, comedor o habitaciones.
No pasan de moda
Pasa el tiempo y este tipo de decoración sigue vigente, el carácter neutro que evocan no permite la fatiga visual que pueden causar otros colores.
Tome en cuenta
1 El lugar dónde desea colocar el cuadro depende del tamaño del cuadro. No se recomienda colocar cuadros pequeños en paredes muy amplias y viceversa.
2 Para conseguir armonía en una colección de cuadros heterogéneos, lo mejor es unificarlos mediante un marco similar – en caso dorado o de madera- o un tema: fotografías, paisajes o retratos.
3 La colocación de los cuadros es un factor determinante para buscar la ubicación adecuada.
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