Los antibióticos son medicamentos para combatir infecciones bacterianas, que funcionan matando las bacterias o dificultando su crecimiento y multiplicación. Pueden tomarse de diferentes formas.
Oral, como pastillas, cápsulas o líquidos; tópicas, como cremas, gotas, aerosol o ungüento; e inyectadas.
Pero no todas las infecciones necesitan antibióticos para eliminarlas, como el caso de la sinusitis. Así como también hay personas que prefieren curar sus infecciones sin medicamentos prescritos, y se inclinan más por la medicina natural.
Para estas personas, existen alternativas naturales para combatir las infecciones, y nosotros te detallamos las más comunes y efectivas.
Antibióticos caseros y naturales
Ajo
Uno de los antibióticos naturales más potentes, ya que combate las infecciones bacterianas, virales o de hongos. Tiene propiedades antimicóticas, antivirales y bacterianas.
Entre otra de sus propiedades se encuentran las analgésica, antiespasmódica, antiparasitaria, antiséptica, antiviral, colagoga, diaforética, hipotensora, antiparasitaria, antifúngicas, antihelmíntica, entre otras.
Se puede consumir en cápsulas, tintura y en diente fresco. Para las cápsulas se deben tomar 3, 3 veces al día, como medida preventiva. La tintura se debe mezclar en una porción ½ bulbo fresco en alcohol de 95% y tomar 40 gotas, no más de 6 veces al día.
Por otro lado, los dientes frescos se deben ingerir 1 hasta 3 veces al día como medida preventiva, y pueden ser naturales como una gragea, o en las comidas.
Vinagre de sidra de manzana
Sí, una bacteria combatiendo otra bacteria, solo que el vinagre de sidra de manzana es una bacteria natural. Por ello, es ideal para la lucha contra muchos tipos de condiciones.
El vinagre de sidra de manzana contiene oligoelementos y muchos minerales vitales para el organismo como potasio, calcio, magnesio, fósforo, cloro, sodio, azufre o cobre. Así como también hierro, silicio y cloruro.
Con él podrás combatir infecciones fúngicas, problemas de la piel con supuración, pus o picazón, quemaduras, infecciones vaginales y del oído, entre otras.
Puedes ingerirlo mezclándolo en el aderezo de tus comidas.
Jengibre
Consumirlo en té o con las comidas, nos ayudará a combatir infecciones orales, estomacales e intestinales, gracias a sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias y antibacterianas.
Es rico en gingerol y su consumo nos ayudará a fortalecer el sistema inmune. Entre sus propiedades se encuentran las analgésicas, antiartríticas, antibacterianas, anticoagulante, antitusiva, antiespasmódica, antifúngicas, antiinflamatoria, antiviral, carminativa, diaforética, estimulante circulatorio e hipotensora.
Se puede consumir fresco, en forma de especia o condimento. Al consumirla en forma de infusión se debe hervir 25 g de raíz de jengibre durante 5 minutos en 237 ml de agua. Si por el contrario, prefieres consumirlo en cápsula, muele la hierba en polvo y encapsula y toma 3, 3 veces al día.
Para consumir en tintura, mezcla la raíz fresca en una porción de ½ en alcohol de 95% y usa de 10 a 20 gotas, no más de 4 veces al día. Y si te gustan los sabores fuertes, puedes consumir la raíz directamente la cantidad de veces al día que desees.
Sábila
Con el aloe vera podrás tratar problemas de la piel como el acné, forúnculos e infecciones bacterianas y hongos. Este gel contiene cerca de 70 activos, entre los que se encuentran antiinflamatorios, antibacteriales y antimicóticos.
También podrás mejorar tu digestión, úlceras bucales, problemas del hígado y urinales, gracias a otras propiedades como las antivirales, antiulcerosas, cicatrizantes y purgativas.
Puedes consumirla fresca (preferiblemente congelada) en trozos del tamaño de una gragea y de forma tópica. Retira la piel de la penca de la sábila y aplica el gel directamente sobre la piel.
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