En la actualidad, existen protocolos de cuidado para bebés prematuros que involucran desde la pérdida de temperatura, el beneficio de la leche materna, hasta el monitoreo cardiológico, oftalmológico y el neurológico. Gracias a los avances tecnológicos que ha venido presentando la neonatología y neuropediatría, ha disminuido el índice de mortalidad en bebés prematuros.
El neuropediatra Óscar González explica que aun cuando el bebé prematuro puede tener sangrado en la matriz germinal, ventricular, así como afectación en su sistema neuronal por su nacimiento anticipado, también es muy noble.
“En la práctica diaria vemos con agrado que, en base a todas las intervenciones que realizamos, se pueden minimizar las patologías que han afectado al sistema nervioso central, en su gran mayoría”. Agrega que la terapia es fundamental durante el primer año del bebé prematuro, porque en este tiempo se observa cómo los circuitos neuronales simples van a evolucionar a circuitos neuronales complejos. En algunos casos la medicación puede ser necesaria.
Aunque con el pasar de los años pueden existir consecuencias inmediatas, mediatas o tardías, González asegura que se debe tener un seguimiento del paciente con estudios de imagenología y se hace seguimiento con ecosonografía cerebral dependiendo el compromiso.